¿Cómo vive un malagueño en Sevilla la tozuda rivalidad entre ciudades?

El 13 de junio de 1990 nació Francisco Portillo, jugador del Betis, en Málaga. Es decir, prácticamente la mamado la rivalidad entre sevillanos y malagueños. Sus primeros pasos en el mundo del fútbol los dio en el CD El Palo, ahora equipo de Segunda División B, y posteriormente, en cadetes, accedió a las categorías inferiores del Málaga CF. Portillo fue ascendiendo hasta debutar en 2010 con el primer equipo en el Santiago Bernabéu, ante el Real Madrid.

Sabe muy bien cómo funciona la rivalidad entre Málaga y Sevilla y tiene su propia opinión, una opinión por cierto muy conciliadora. No estaría nada mal que cundiera el ejemplo. "A la hora de jugar es más un pique entre aficionados que entre jugadores. Al fin y al cabo, los jugadores nos dedicamos a jugar y a ganar el partido. Una vez que ha acabado, se queda todo ahí, en el campo. Sí es cierto que había repercusión, lógicamente eran tres puntos, pero no era un partido más. Había rivalidad y la sigue habiendo".
Precisamente, respecto a la rivalidad que existe entre las dos ciudades andaluzas, Portillo lanza un sabio consejo. "Sí hay esa rivalidad entre Semana Santa, Feria... Al final y al cabo, los andaluces tenemos que disfrutar de la Feria de Málaga, de la Feria de Sevilla, de la Semana Santa de Málaga y Sevilla. Es algo único que por suerte podemos disfrutar todos". Tenemos mucho que disfrutar unos de otros como para enfrentarnos y perdernos lo mejor.
Portillo admite que, quizás por esta rivalidad entre ciudades, se vivían con más intensidad de derbi los partidos entre el Málaga y el Sevilla que ante el Betis. "Allí en Málaga en los Sevilla-Málaga hay peor relación". Eso sí, lo que aún no ha vivido y está deseando hacerlo es el derbi sevillano. "Hay que vivirlo, ya me han dicho varios compañeros que hay que vivir ese partido y ojalá pueda vivirlo algún día".