Prensa y afición cargan contra el Athletic ya de inicio

Con el hacha preparada. Dispuestos a hacer leña del árbol caído. El Athletic Club aguantó el tipo. Y sin embargo. A degüello en las emisiones de medianoche. Se la tenían guardada desde el final del pasado curso. Cuando los de Marcelino García Toral cayeron de manera lamentable. Contra el mismo rival, el Elche CF. En el mismo estadio. El terreno de juego más grande [108x70ms] de LaLiga Santander.

Escuchada la dura carga contra los leones, diríase que este choque, aunque era el primero del curso entero que afrontaba Marcelino, se asemejaba a un ultimátum en toda regla. "Más de lo mismo". "Qué desastre". Tan solo faltó el clásico añadido: "No comerá el turrón". Al tiempo. O el técnico de Careñes revierte la situación, o la espada de Damocles penderá de su cabeza partido a partido.

Visto lo que la gente creyó ver, mas que el inicio de otra liga, se tomó como el choque siguiente al partido que cerró el ejercicio anterior. Con toda la pretemporada a su cargo, amén de la experiencia acumulada en lo que le corresponde tras la caída de Gaizka Garitano, el universo Athleticzale esperaba de su equipo el oro y el moro.

Tras la igualada sin goles, decepción, críticas feroces. Cuando la parroquia tiene sed de fútbol y su equipo se la niega. O su entrenador. Ataques tan exagerados como injustos. ¿Es de recibo tanta leña tratándose del primer partido de liga?

Podría ser, piensa el cronista, que el chasco de la afición con respecto al juego de su equipo tuviera mucho que ver con la presencia en el once de seis de los jugadores que eran de la partida en el equipo tipo de Marcelino. Berenguer, Dani García, Vencedor, Iker Muniain; Sancet, Iñaki Williams. Un paso adelante, o dos, y hasta tres. Un crecimiento llamativo en la parcela ofensiva. No se vio.

Y si se dio, ocurrió todo en los primeros veinte minutos. El equipo salió a comerse al rival. El león zarandeó a su presa. Garras. Colmillos. Hasta que aflojó sus fauces permitiendo que los de Fran Escribá cobraran vida. El partido se igualó. Porque querer no siempre es poder. Y el Athletic, así como al Real Madrid le recordamos, no juega contra sí mismo. Bastó que Fidel y Mojica se apoderaran de la pelota para rebajar notablemente el rendimiento del Athletic.

Un Athletic mermado. Seriamente mutilado...

A falta de Capa y Yuri en los laterales, el equipo se parte en dos. Ataca menos y peor. Porque Berenguer se crece cuando Capa lo acompaña. Porque sin Berchiche, Iker Muniain pierde a un hombre con el que percutir por la izquierda en asociación de lujo. Yuri necesita a Muniain.

Iker se desata con Berchiche a su lado. Con las bandas cubiertas por la calidad de los titulares, el Athletic crece de manera portentosa. Se abre el campo. El rival cae a las bandas. Se acrecientan los espacios por dentro. Capa-Berenguer; Yuri-Muniain.

¿Alguna explicación para lo de Yuri?

Ojalá que el jarrillero vuelva a ser de la partida. Y en cuanto a Berchiche, alguien debería explicar por qué se le exigió hasta lo exagerado. Y una vez retirado del fragor de la batalla, seriamente derrengado, por qué la cura de su pubis quedó al albur de la cara y la cruz que suponen el descanso preventivo o el quirófano del bisturí.

Alguien erró. De bulto. De haber sido operado en su momento, Yuri sería de la partida. El 'juego curativo' del descanso, culminado con la operación, le ha costado al lateral de Zarautz la pena de 'seis meses y un día'.

Sin Capa, Berenguer pierde a su mejor socio...

Sin Yuri, en su ausencia, Muniain nos regalará la mitad de sus prestaciones. Aun así, bajas aparte, el Athletic del debut en el Martínez Valero nos ofreció lo que de todo partido de estreno se espera. Estuvo más cerca del gol que el Elche de Escribá. Y si su fútbol brillante no se fue más allá de la primera media hora, reparemos en el deficiente estado del terreno de juego sobre el que tenía que combinar, mover la pelota.

Entre lo malo y lo lamentable estaba el césped ilicitano. A partir de las 20:00h., uno pudo ver el rectángulo de juego del Estadio de la Cerámica. Pisaban la hierba los jugadores. Y a su paso, marcas similares a las que unas parisinas de mujer liviana dejan en la alfombra de un palacio. El mal estado del verde del Martínez Valero boicoteó un fútbol que nació brillante y se fue diluyendo entre disputas y el cansancio que provoca el esfuerzo y el sofoco.

PD:

Hay que tener entereza. Hay que hacer de tripas corazón. Hay que tragarse las lágrimas para no empapar la pantalla. Todo ese arduo esfuerzo lo ha tenido que realizar mi compañero Asís Martín para escribir la crónica del Elche vs Athletic luego de teñir en negrita el recuerdo más precioso para Inma Pérez Briones 'Macu', compañera que, luego de haber caído en la desigual e injusta batalla de la vida, es capaz de sonreírnos en la fotografía de su 'Gero arte'...

Gero arte, ba, lankide maitia!!!

Kuitxi