Real Madrid vs Chelsea: el peligro (y la realidad) de los nuevos ricos

El Chelsea fue el club que más dinero gastó en verano. El proyecto millonario de Abramovich quiso devolver a lo más alto de Europa a un equipo que llevaba tiempo descendiendo de nivel. Esa es la suerte que tienen unos respecto a otros: la capacidad de reconstrucción.

Pero no nos engañemos. El Madrid ha tenido dinero -y sigue teniendo- como el que más. Es cierto también que lo genera y que tiene un público por detrás en todo el mundo que sustenta a un club que se diferencia de los otros semifinalistas de la Champions precisamente en eso: es un club de socios. El Madrid ha podido hacer algunos de los fichajes más millonarios de su historia porque sus socios así se lo han permitido. Nada que ver con el chorro de millones que ha insuflado un empresario ruso, en este caso el dueño del Chelsea, o lo que ocurre con el PSG y el City, los conjuntos que disputarán la otra semifinal. En ese clímax juegan blancos y 'blues' un duelo interesantísimo (el empate se paga 3.1 a 1).

Da la sensación de que el Madrid sabía lo que se le venía encima al mundo del fútbol. Su política de fichajes cambió hace unos años. Ya no se lanzó de manera indiscutible a por los fichajes más caros del mercado. Aquello de inflar los precios como hizo la década pasada dejo paso a refuerzos de jóvenes futbolistas a un precio caro para su edad, pero barato pensando a largo plazo. Pensar a largo plazo. Justo lo que el Madrid no había tenido que hacer nunca. La inmediatez, el gesto simbólico de sacar la chequera, pasó a los clubes ingleses, uno de los cuales, el Chelsea, le pone a prueba ahora en la antesala de la final de Champions (más de 1.5 goles se paga 3.3 a 1).

El amago frustrado de crear una Superliga ha tenido al Madrid como cabeza visible, aunque también estuvieran metidos todos los clubes ingleses y por supuesto el Chelsea. Sin embargo, al único que de verdad se le ha notado quejarse a los cuatro vientos por la situación económica es al Madrid, en concreto a su presidente Florentino Pérez. No parecen estar ante semejantes apreturas los conjuntos ingleses, tampoco el Chelsea. Ese Chelsea que superó una sanción de varios mercados sin fichar por irregularidades en las incorporaciones de jugadores menores ha vuelto a lo grande en el mercado: Ziyech, Havertz, Werner... (doble oportunidad 1/2 al descanso se paga 1.78 a 1)

Quizá es un proyecto joven, pero desde luego parece más pensado en el corto plazo que el del Madrid. A los blancos les ha costado dos años encontrar el punto ideal de cocción de Vinicius o Asensio. Aún está por ver qué aportan otros como Rodrygo, Odegaard, Ceballos, Lunin o Reinier, la mayoría de ellos cedidos. Por eso tiene mucho mérito estar a estas alturas de la Champions peleando ante uno de aquellos conjuntos que, pese a fichar igualmente talentos, sabía que su inversión debía traducirse enseguida en resultados. No lo consiguió con Lampard, pero sí parece hacerlo con Tuchel (menos de 9 córners se paga 2.5 a 1). El Chelsea no es un nuevo rico, es un rico renovado.