Juegos Olímpicos: recordando al Dream Team de Barcelona 92
El Dream Team marcó un antes y un después en cuanto a lo mediático en los Juegos Olímpicos. Figuras mundialmente reconocidas como Michael Jordan, Larry Bird o Magic Johnson multiplicaron el interés mediático del evento
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Viernes, 23 de julio
Hubo un punto de inflexión para el Comité Olímpico Internacional en Barcelona 92. Los Juegos Olímpicos siempre habían poseído un carácter de deporte amateur fomentando la participación de jóvenes deportistas en lugar estrellas consolidadas del mundo del deporte. La FIBA y la NBA acordaron en 1990 que, por primera vez en la historia, participarían en los Juegos Olímpicos atletas profesionales de la mejor liga del mundo y no universitarios como hasta la fecha. Esa fue la génesis del Dream Team norteamericano y también lo que dio pie a que posteriormente otras disciplinas hayan hecho lo mismo con participación de deportistas profesiones -también experimentados- en ciclismo, tenis, fútbol (aunque sólo tres jugadores) o balonmano.
El Dream Team puso en otro nivel de interés a los Juegos Olímpicos al reunir en un mismo equipo a tres de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos: Michael Jordan, Larry Bird y Magic Johnson. Los tres formaban parte de un grupo de jugadores extraordinarios que ganaron el oro sin bajarse del autobús haciendo buena la frase de Atrápame si puedes. "¿Sabes por qué los Yankees ganan siempre?, le pregunta el padre a su hijo. ¿Porque tienen a Mickey Mantle?, le responde. No, porque los otros equipos no pueden dejar de mirar su uniforme". En este caso, el uniforme fue importante, pero también lo fue que contaron con los mejores jugadores de dos décadas incluyendo en la plantilla a superestrellas como Barkley, Ewing, Pippen, Robinson, Stockton, Malone, Drexler, Mullin y Laettner.
Su calidad asombró, pero no menos que su cercanía con el público y por sus ganas de agradar en todo momento ofreciéndonos partidos memorables tanto en el Olímpico de Badalona como en el Palau Sant Jordi. Estados Unidos disputó ocho partidos ganándolos todos por una ventaja mínima de 32 puntos siendo la mayor paliza un 116-48 frente a Angola y el partido más apretado una final ante la Croacia de Toni Kukoc a la que vencieron por 117-85. Aquel equipo fue un auténtico escándalo con un Jordan desatado en forma de canibal, un Magic que regresaba tras un año en blanco después de dejar en shock al mundo por el Sida y un Bird que estaba lesionado en la espalda pero que aún así enchufaba una detrás de otra.
La trastienda del equipo
Hubo mil historias y polémicas que rodearon a un equipo que era noticia diariamente. Desde la no inclusión de Isiah Thomas por veto de Michael Jordan, a la no presencia de Shaquille O'Neal para poner al siempre odiado Christian Laettner -tiene un documental con ese nombre- para igualar la cuestión racial, a las fiestas de un Charles Barkley que se lo pasó pipa en la Ciudad Condal pese a ser 'noviete' de Madonna o las noches de póker donde Jordan y Magic apostaron millones de dólares.
El equipo se ha intentado emular con el paso de los años con otras versiones mucho menos imponentes. Además de la calidad de los jugadores, también estaba el asunto del carácter de unas leyendas que cambiaron la forma de ver los Juegos Olímpicos por el interés que generaron. El Comité Olímpico Internacional supo leer a la perfección esta circunstancia para cambiar sus vetustas normas y convertir su competición en una de las más atractivas del mundo sin perder el espíritu. El Dream Team fue lo mejor que le ha pasado en su historia al mundillo olímpico.