Muguruza ya es histórica
La española Garbiñe Muguruza, quinta de la clasificación mundial, venció este miércoles por 6-4, 7-5 a la estonia Annet Kontaveit y ganó el torneo de maestras de la WTA (Akron WTA Finals).
Garbiñe Muguruza, de 28 años, se convirtió en la primera española monarca del torneo que reúne a las ocho mejores jugadoras de tenis del mundo, en el que Arantxa Sánchez Vicario alcanzó la final en 1993.
Kontaveit salió adelante en su primer juego de saque, pese a dos dobles faltas que desvelaron su nerviosismo en el partido más importante de su carrera, causa de 22 errores no forzados, aprovechados por la hispana.
La primera española en ganar el @WTAFinals 🙌
La 🇪🇸 @GarbiMuguruza logra la victoria en dos sets sobre Kontaveit para reclamar el trofeo #AKRONWTAFinals 🏆pic.twitter.com/rE4SC9WhwO
— WTA Español (@WTA_Espanol) November 18, 2021
El partidazo de Garbiñe Muguruza
Veloz, con desplazamientos por toda la cancha y un 63 por ciento de puntos ganados con el primer servicio, Garbiñe presionó y en el tercer 'game' quebró, sin embargo no pudo confirmar y el duelo se igualó 2-2.
Muguruza marcó el rumbo del set en el séptimo juego; con la pizarra 30-40, Kontaveit estrelló una pelota en la red y la española hizo el quiebre que le dio la victoria en el primer parcial.
Para el segundo, otra vez Muguruza se vio mejor, pero Anett jugó más paciente, apostó a mantener su saque, salvó un 'break' en el sexto juego y quebró en el séptimo para tomar una ventaja de 4-2 que aumentó a 5-3 con su servicio.
La española se recuperó con todo en contra, mantuvo su juego de saque y quebró en el décimo juego, lo cual ejerció presión sobre la rival, que desapareció en el duodécimo 'game', en el que la española barrió para imponerse por 7-5.
El triunfo es el más importante de la carrera de Garbiñe Muguruza en los últimos cuatro años, después de ganar el Roland Garros en el 2016 y Wimbledon, en el 2017.
La Akron WTA Finals de Guadalajara, que movió una bolsa de premios de cinco millones de dólares, se jugó en cancha dura en Guadalajara, occidente de México, a 1.566 metros sobre el nivel del mar, lo cual aumentó el reto de las jugadoras, con dificultades para controlar las pelotas que volaron más de lo usual a nivel del mar.