La previa del Atlético de Madrid-Real Madrid: Un pleno y una incógnita entre la agitación
Invencible el Real Madrid, vigente campeón, actual líder y protagonista de un pleno imponente e inigualable a lo largo de las cinco grandes Ligas europeas, y enigmático e imprevisible el Atlético de Madrid, cinco puntos por detrás, el derbi de este domingo en el Metropolitano descarga la presión al conjunto rojiblanco, con Jan Oblak ya listo; ofrece una ocasión al equipo blanco, sin Karim Benzema; y entra en ebullición paralelamente entre la controversia por los bailes de celebración de Vinicius.
"Si al final marca un gol y decide bailar es lo que ha querido hacer. ¿Que si lo entendería o no? Cada uno tiene su forma de ser y celebra los goles como quiere", dijo Koke Resurrección en declaraciones a 'Movistar'. Y, preguntado de nuevo (¿Y tú entenderías a la afición del Metropolitano? Seguro que habría respuestas, le interroga la periodista), contestó: "Pues habría lío seguro. Lo más normal".
Después, todo entró en agitación para marcar el entorno del derbi.
El Real Madrid emitió un comunicado el viernes en el que rechazó "todo tipo de expresiones y comportamientos racistas y xenófobos en el ámbito del fútbol, del deporte y de la vida en general, como los lamentables y desafortunados comentarios dirigidos en las últimas horas contra Vinicius Junior”, en referencia a un programa de televisión en el que uno de sus tertulianos calificó sus celebraciones como “hacer el mono”.
Y luego se expresó el propio jugador a través de sus redes sociales: “Hace semanas que empezaron a criminalizar mis bailes. Bailes que no son míos. Son de Ronaldinho, Neymar, Paquetá, Griezmann, Joao Félix, Matheus Cunha… son de artistas de funk y sambistas brasileños, de cantantes de reggaeton, y de los negros americanos. Son danzas para celebrar la diversidad cultural del mundo. Acéptenlo, respétenlo. Yo no voy a parar. 'Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra’. Tengo esa frase tatuada en mi cuerpo. Tengo ese pensamiento permanentemente en mi cabeza. Ésa es la actitud y la filosofía que intento poner en práctica en mi vida”.
Y, entre la polémica, surge el derbi. Encuadrado en la sexta jornada, las alturas del torneo rebajan la apariencia de una condición tan definitiva, aunque establece una proyección y somete a una prueba de fuego a dos conjuntos que contraponen dos aspectos distintos: vigoroso y resolutivo el bloque de Carlo Ancelotti en LaLiga, con cinco triunfos en cinco encuentros; irregular y decaído el grupo de Simeone, mientras reencuentra su identidad.
No jugará Karim Benzema en el Real Madrid, fuera por tercer choque consecutivo por su lesión en el duelo de la Liga de Campeones contra el Celtic de hace una semana y media. Sí lo hará Jan Oblak en el Atlético, solventada la duda permanente de los últimos partidos (dos de ellos de baja) desde que sufrió hace dos semanas una contusión severa en el muslo izquierdo producida por Reinildo Mandava. "Va a estar", confirmó Simeone.
Sólo recupera al portero esloveno, mientras mantiene las bajas de dos de sus centrales titulares en temporadas precedentes (Stefan Savic, baja por quinto choque seguido por una lesión muscular, y José María Giménez, con un fuerte dolor de espalda), el centrocampista Thomas Lemar (por una fuerte contractura muscular sufrida hace una semana) y el lateral izquierdo Sergio Reguilón, por su puesta a punto de la intervención de una pubalgia a la que fue sometido antes de su fichaje, y rearma su once para enfrentarse al conjunto blanco.
En la alineación de Simeone aparecen dudas en tres posiciones. Una por el carril derecho, entre Nahuel Molina, por debajo de las expectativas en este comienzo de curso, y Marcos Llorente, por la amenaza que surge por ahí de la velocidad de Vinicius. El centrocampista parece la posibilidad más probable, con lo que libera un puesto en el centro del campo, bien para Ángel Correa o bien para Rodrigo de Paul. La otra incógnita está en el compañero de Joao Félix en el ataque, entre Álvaro Morata o Matheus Cunha.
No parece que vaya a cambiar aún la rutina este curso de Antoine Griezmann, que sólo juega la última media hora de cada partido en el pulso que sostienen el Atlético y el Barcelona por los 40 millones de la opción de compra del internacional francés, como se presupone que ocurrirá este domingo, en el que Felipe Monteiro se mantendrá en el centro de la defensa, junto a Axel Witsel y Reinildo Mandava, con Saúl Ñíguez como carrilero izquierdo, con la alternativa de Yannick Carrasco, y con Koke Resurrección y Geoffrey Kondogbia en el centro del campo del 5-3-2 que sostendrá el técnico argentino de partida en el derbi madrileño.
— Atlético de Madrid (@Atleti) September 17, 2022
Es el probable once de Simeone contra la alerta del Atlético, disparada de nuevo por la derrota a última hora contra el Bayer Leverkusen (2-0), el pasado martes en la Liga de Campeones y que acentuó la visibilidad de los problemas del conjunto rojiblanco, tan subsanables como recurrentes desde que fue campeón hace ya más de un año, en 2020-21, pero que amenazan la travesía del equipo, subido en una montaña rusa en la que su fiabilidad de entonces es imprevisible ahora, cuando el margen para el error se estrecha de forma cada vez más decisiva.
Enfrente, el Metropolitano representa la prueba de mayor exigencia para un Real Madrid sin su gran líder, Karim Benzema. Nueve goles marcados desde que el francés cayó lesionado cuando el videomarcador del Celtic Park marcaban un empate a cero invitan al optimismo al madridismo, pero la realidad es que nunca tuvo enfrente este curso un rival de la talla del Atlético, ni la exigencia que presenta un duelo al que llega lanzado. El último recuerdo de una cita de altos vuelos sin el astro francés es un 'clásico' enterrado en el olvido (0-4), gracias a la conquista de Liga y 'Champions'.
En el Metropolitano, donde venció en una ocasión, empató tres y perdió en su última visita cuando ya tenía la pasada Liga en su bolsillo, es el escenario donde debe demostrar que la planificación deportiva era la adecuada. Ante la resolución inesperada del 'caso Mbappé' y la decisión de no firmar un delantero del potencial de Haaland que pudiese rebajar la dimensión adquirida por Benzema, se temía un constipado del francés y llegó a las primeras de cambio.
Su lesión muscular le aparta de un derbi que el equipo de Carlo Ancelotti se ve forzado a jugar sin '9'. Porque el único que tiene en la plantilla, Mariano, carece de la confianza de su entrenador que debe tomar una decisión importante. Devolver al once a Eden Hazard, de lo contrario quedaría nuevamente señalado tras vender al belga como el mejor recambio de Karim en una demarcación de la que no tiene adquiridos automatismos; mantener a Rodrygo Goes por su 'electricidad' y pegada por sorpresa dentro del área, que es la que más opciones tiene, o dar paso a Marco Asensio con hambre de éxito como demostró ante el Leipzig con un gran gol.
A ninguno de ellos se dirigirán los focos que tienen a Vinícius Junior como objetivo. Protagonista de un debate estéril. Un baile como celebración en un estadio donde nunca marcó. Porque el brasileño acude a la cita con una cuenta por saldar. Nunca le hizo un tanto al Atlético. Junto al Villarreal y Athletic Club, los equipos ante los que más se ha enfrentado sin aún demostrar su nueva identidad ante el gol. Llega a la gran cita firmando un récord que quiere ensanchar asumiendo el liderazgo que le traspasa Benzema. Cuatro jornadas de Liga marcando de manera consecutiva.
Será el primer derbi para Aurélien Tchouaméni. Un momento para comprobar si el Real Madrid echará de menos a Casemiro en los días señalados. Escoltado por la voz de la experiencia que representan Kroos y Modric, con Fede Valverde para todo. Refuerzo en defensa como cuarto centrocampista, alma libre en ataque para sorprender al rival.
Y también lo puede ser para Antonio Rüdiger en el centro de la defensa, con Militao recién recuperado de su lesión muscular y menos opciones para ser titular en un partido que el Real Madrid encara como opción de dar un golpe en la mesa de autoridad. El deseo de mostrar las credenciales del campeón como mensaje al gran rival de la ciudad y al eterno rival, un nuevo Barcelona, que acecha por el liderato.