El Arsenal da un mazazo sobre la bocina y deja al Manchester City con las ganas
La locura que se ha vivió el pasado fin de semana en la Premier League da motivos para pensar que es la liga más competitiva del mundo. Después de que el Manchester City no fallase en su partido liguero, le tocaba el turno al Arsenal de Mikel Arteta en un duelo aparentemente asequible contra el Bournemouth, equipo que en aquel entonces estaba penúltimo en la tabla. Sin embargo, la sorpresa saltó en muy poco tiempo.
En apenas nueve segundos, Philip Billing sorprendió a todo el conjunto 'gunner' con el segundo gol más rápido de la historia de la Premier League. Sólo Shane Long en 2017 en un Southampton-Watford logró marcar antes (7 segundos). El Arsenal buscó la reacción inmediata y encerró a su rival en el área pero las actuaciones de Neto evitaban el gol local.
Sin embargo, en la segunda mitad llegaron más problemas con el segundo gol visitante con una cabezazo de Seseni para poner un 0-2 que complicaba aún más el partido. El Arsenal tenía ocasiones muy claro pero no se culminaba con gol, una situación desesperante que hacía pensar que era imposible una remontada con el paso de los minutos.
Pasada la hora de partido, Thomas recortó distancias en un saque de esquina que hizo volver a creer al Arsenal. A los ocho minutos, Ben White anotó un gol que tuvo que ser revisado ya que el balón entró por milímetros. Con veinte minutos por delante y con el City recortando distancias, los 'gunners' estaban obligados a culminar la remontada.
A pesar de que hubo tres manos en el área del Bournemouth, el árbitro no decretó penalti en ninguna de ellas. Arteta apuró en los cambios y sacó al canterano Reiss Nelson, el hombre que se convirtió en el héroe del partido. En la última jugada del partido, Nelson clavó una volea espectacular después de la salida de un córner que puso el tercer gol que desató la euforia en el Arsenal.
Los líderes remontaron un partido que empezó complicado y mantienen la distancia de cinco puntos con el City, un golpe moral que vuelve a dejar constancia de que el Arsenal quiere la Premier más que nadie en Inglaterra.