El Uxúe Bilbao Basket se jugará en Bilbao ser campeón del grupo de Eurocup (69-83)
Tras la victoria del Valencia en la prórroga en Riga el Uxúe Bilbao Basket no ha podido certificar su pase a los cuartos de la Eurocup pese a ganar (69-83) en la pista del CEZ Nymburk. Pero por contra si gana a los letones en la última jornada del Grupo J, a disputar el 19 en el Bilbao Arena, pasaría como primer clasificado. Hoy los MIB han pasado de ganar de 19 a acabar pasando ciertos apuros en una pésima segunda mitad.
Había la duda de si el disgusto de la copa iba a ser reseteado por los hombres de Fotis Katsikaris. Y bien que lo hicieron porque su empuje en el primer tiempo al menos no tuvo nada que ver ni con el de Vitoria ni con la ida ante los checos en Miribilla. De inicio Zisis recogía la plaza de base titular después de que la paternidad retrasara la llegada de Raül López a Pardubice, el de Vic llegó con ganas de dedicar el triunfo a su retoño, eso sí. Sus compañeros empezaron con una buena predisposición defensiva que sin embargo no vino acompañada de un exceso de luces en ataque, donde hubo algo de atolondramiento. Bueno, algo mucho, porque un torturante 2 de 11 en tiros de campo por parte vasca permitía a los checos coger una primera renta de 11-6.
Los tiros libres eran los que permitían a los MIB estar en la pomada unido a que los locales tampoco es que dieran un recital. No es extraño que en el pabellón hubiera 300 personas. Esos sí que son espartanos, que desolación de graderío. Por fin, a la sexta intentona entró un triple, de Kostas en este caso, que dió la primera ventaja vizcaína del partido coronando un 4-10 de parcial. Ahí cambio el rumbo con el aderezo de las tres faltas del pelirrojo Naymick, que en Bilbao en la ida pareció Kevin McHale, y los hombres de negro llegaron a ponerse nueve arriba con un gran Rakovic para cerrar el cuarto mandando 15-24.
Grimau tenía el día bueno mientras los árbitros se ponían las botas señalizando faltas. No se puede decir que el encuentro tuviera ritmo y menos aún espectáculo, pero lo suyo era ganar y un circense churro/triple de Grimau a tabla acabó poniendo un 21-34 en el marcador de lo más ilusionante. O más cuando el propio Grimau elevaba la renta a +19 dejando el partido casi liquidado mientras se miraba de reojillo a Riga. Los suplentes junto a Vasileiadis habían desatascado la floja salida de un equipo que sigue echando de menos los puntos de Hamilton y Zisis, dos de los que andan más perdidos.
Pero ayy amigo la relajación, un poquito de siesta y los del CEZ que anotaban un 11-0 bastante cabreante liderados por la manita de Hruban. Se ponían a 10, pero se tomó nota del aviso y se dió otro estirón para llegar al descanso 36-54 con sendos triples consecutivos de Kostas y Hervelle. Mejor broche imposible.
La segunda parte empezaba mal con una zona checa tratando de testar si el mal momento de los bilbaínos en el tiro podía permitirles meterse en el choque. No se atinó desde el 6,75, fallándose 8 consecutivos, pero se pudo compensar en parte porque los tiros libres caían inmaculados y por dentro Milovan Rakovic se convirtió en el brazo armado de los de Katsikaris anotando sin descanso. Aún así se perdía un pésimo tercer cuarto por nueve puntos (20-11), tal vez con un exceso de confianza.
Las cuatro faltas de Rancik y Naymick fueron la mejor noticia del arranque del acto final porque se seguía sin ver aro, con Zisis negadísimo por cierto, y los locales se pusieron a 5 puntos tras una bandeja de Jiri Welsch y otra de un gran Peter Benda que afortunadamente fue eliminado. Vivir para ver. El Valencia había recuperado 22 en Letonia, y los checos habían estado -19 en la primera parte. Pero el Uxúe supo suturar la sangría y llevarse un triunfo clave que le permitirá pelear en casa con el efecto Miribilla por ser campeón de grupo y pasar a cuartos como primero. Eso será el próximo día 19 a partir de las 20.00 horas. Una final en la que solo vale ganar.
Estadística oficial de la Eurocup.
