Bilbao Basket se deja la cuarta plaza en Badalona (85-79)

El Bilbao Basket ha caído este domingo ante un rival directo, como es el Joventut de Badalona, que le ha arrebatado la cuarta plaza con un (85-79). Los catalanes, dirigidos por Sergi Vidal, han hecho valer su alta intensidad para superar al equipo de Sito Alonso que ha estado mal en los triples, pero sobre todo ha pagado un segundo cuarto nefasto. Demasiada lacra, más allá de la baja de Bertans, para perder en plena fase decisiva en la carrera por la Copa en la que el BB posteriormente recibirá a Obradoiro y jugará en Tenerife la víspera de Nochevieja. Cierra luego la primera vuelta con duelos de la máxima exigencia ante FC Barcelona, Valencia y Unicaja. Casi nada.

Fue un espejismo, pero empezó bien el partido para los vizcaínos. Salieron atinados en ataque (4-9) con Mumbrú de sheriff ante un rival fallón, pero que sabe a lo que juega, y que multiplicaba sus posesiones lanzando sin parar a canasta. A partir de ahí, jugando fuera del ritmo habitual, hubo dos problemas que permitieron a los catalanes remontar para ponerse por delante: el rebote, que dio muchos problemas a los MIB, y las pérdidas de balón, sobre todo de Colom, que anulaban el buen trabajo defensivo.
El cierre del primer cuarto navegó hacia el equilibrio de fuerzas, concluyendo 20-22, con los verdinegros sacando chispas a los tiros libres, ya que entraban con demasiada facilidad a canasta, donde se premia la agresividad, mientras que los de Sito tiraban de la sabiduría de Raül López y un juego más conjuntado para firmar 6 asistencias.
Pero ahí cambió el péndulo: 33-18 
Las faltas iban castigando a un BB que empezó dormido un segundo acto que le iba a ser nefasto. Ni Andjusic -ni nadie- cerraba el rebote defensivo, por lo que se vio como el base de Vic se desesperaba ante el aluvión de lanzamientos de su ex equipo, que sacaba petróleo además del pick and roll, ya que todo el mundo salía a unos triples pese a que no entraban. Total que Alonso tuvo que pedir tiempo muerto cuando el 35-30 empezó a marcar un cambio grave de tendencia.
Esos errores en el tiro del rival, sobre todo desde el 6'75, era lo que mantenía vivo a un BB, que no podía con Vidal, Suárez o Savané, en una matinal en la que la zona era un chollo, con 11 rebotes cedidos en su canasta en el intermedio por ninguno a favor en ataque. Un desbarajuste de tramo final, que unía los malditos rebotes, flojas defensas del 1x1 y una técnica terminó por jorobar el primer tiempo vasco yéndose al vestuario con un preocupante 51-40.
El desperdicio del mejor momento
Había muchos problemas que arreglar en la vuelta a la cancha, porque el Joventut, mucho más intenso, aumentó la brecha a +14 frente a un BB ofuscado que pretendía que Hervelle resolviera todo. Y claro, esto no va de eso. Pero se ve que no era el día. Porque luego currando mucho, subiendo el grado de presión, llegó la ilusión y con la misma el desperdicio. Estando 10 abajo Andjusic hizo pasos en una bandeja solo y Colom regaló un pase que dieron ganas de llorar, porque era el momento de meterse en el partido. Pero por contra se cerró el tercer cuarto con un enojoso 70-59, cuando bien había podido ser meramente una diferencia de 3 o 4 puntos.
Casi milagro en domingo
Quedaba ir a por uvas en el acto final, iniciado a un alto ritmo con Quino Colom valiente y muy enrachado. Pero lo cierto es que parecía haber una maldición, porque cada vez que los bilbaínos atisbaban tierra llegaba una ola verdinegra que le volvía a sumergir. Una técnica a Mumbrú y otra a Sito Alonso, muy mosca, acabó por llevar a los MIB a la defunción en un día de que no.
Al menos hay que celebrar el echarle un par. Las últimas canastas de Raül, que volvía a poner en liza el partido, iban a generar un parcial de 11-0 con un triple brutal de Mumbrú que puso el 80-76 a falta de 45 segundos. Eso dejó el pabellón fibrilando. Nadie creía que se pudiera remontar pero BB estuvo ahí ahí. Su espíritu, que siempre se agradece, tan solo sirvió para maquillar una derrota que estaba prevista desde el segundo cuarto pese a los 15 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias de Colom.