El Unicaja todavía está crudo

90-86, vaya otra derrota, pensarán. Pues sí, lo mismo de siempre, el Unicaja compite, está en el partido, obliga a rivales mejores a dar un plus para vencerle, termina cayendo. Ha sido así casi toda la Euroliga y por eso el equipo no tiene opciones de estar entre los ocho mejores del continente.

¿Acaso era obligación estar? Parece que se pierde la perspectiva de dónde se está y de dónde se tiene que estar. Sin dos jugadores importantes como Vasileiadis y Stefansson, el Unicaja arrinconó al Emporio Armani Milán, conviene contextualizar. Y para seguir dando valor -sí, dando valor- a la derrota, basta con ojear la rotación milanesa: Hackett, Samuels, Gentile y un tal Linas Kleiza, que tiene uno de los sueldos más altos del baloncesto europeo.
Pues aun así, el Unicaja agotó su última bala, ganó tres de los cuatro cuartos y sólo tuvo la habitual pájara –ya un clásico- del tercer periodo. Perdió de cuatro puntos, recuerden, no de 20, en Milán y con un 88-86 tras triple de Toolson que hizo temblar al mismísimo (y homenajeado) Mike D’Antoni.
El primer cuarto comenzó con un 4-0 de salida, pero Markovic y Toolson, con sendos triples avisaron de que el Unicaja no viajó para rendirse (4-6). Era un partido de poder a poder, que obligó a Gentile a dar lo mejor de sí mismo y que acabó 21-22 tras los primeros diez minutos.
Y en el segundó continuó en la misma línea, con Green liderando un parcial de 0-8 para poner el 28-33 en el tanteador. Y otra vez Gentile, algo que fue la tónica en el duelo, encabezaba la resistencia italiana (43-45).
Pero algo tenebroso le ocurre al Unicaja en los terceros cuartos. Es casi norma que se desconecte en esta fase de los partidos y ya no se sabe si se encontrará cura. Un 11-0 encajado con tres triples de Brooks (54-47) dejó al Unicaja atontado, golpes directos a la mandíbula. No encontró la manera de mantener su ritmo anotador de la primera parte.
Entró en la recta final con 67-60 y canasta de, quién si no, Gentile, que apoyado en Samuels marcó una distancia de 13 puntos (77-64). Pues a pesar de eso, otra vez se volvió a atar los machos el Unicaja y se metió de lleno en el partido con un Green inmenso. Hackett 84-78, Toolson 84-81; Samuels, 85-81, Green 85-83. Era un toma y daca. Hasta rozó el más difícil todavía cuando Hackett terminó de poner el 88-83 tras un tiro libre y una canasta, contestado por un nuevo triple imposible de Toolson. Pero el Unicaja todavía está crudo para estas batallas. Eso es lo que lo ha eliminado.