El Valencia, lastrado por las lesiones, se la juega a cara o cruz
El Valencia Basket se enfrentará este miércoles contra el Khimki Moscow Region, en el tercer y definitivo partido de los cuartos de final de la Eurocopa, y lo hará marcado por las bajas pero con la ventaja de jugar en la Fonteta, que se espera que se llene para el choque.Una derrota supondría la eliminación para el conjunto valenciano y por tanto que se le cierre uno de los dos caminos que tiene para acceder a la Euroliga la próxima campaña. Eso sí, esta temporada, el club desde el principio ha tenido claro que la senda más sencilla para regresar a la máxima competición europea era la de la ACB.
El principal problema para el técnico Pedro Martínez estará en el puesto de base ya que no podrá contar ni con Antoine Diot ni con Guillem Vives, dos de sus tres directores de juego. Solo podrá hacerlo con Sam Van Rossom.
Esta circunstancia llevará el entrenador a tener que exprimir al límite al belga o a improvisar un segundo base como hizo ya en la pista del Baskonia con Joan Sastre y Fernando San Emeterio. Este movimiento, al mismo tiempo, trastocaría el resto de la rotación exterior.
Esta circunstancia complica especialmente el partido del Valencia pues el Khimki tiene en Alexey Shved, Jacob Pullen y en Earl Rowland a sus principales peligros. Al mismo tiempo, y especialmente en el caso de los dos primeros, son sus principales lastres defensivos por lo que el Valencia debe conseguir atacarlos por ese flanco.
Además Martínez, tampoco podrá contar con Slava Kravtsov, por lo que su rotación interior se reduce a cuatro jugadores. En este caso, la principal preocupación del técnico será frenar al veterano Sokolov, que ha sido un impulso para su equipo y un tormento para el Valencia en los dos primeros encuentros saliendo desde el banquillo.
También se espera recuperar la mejor versión de Bojan Dubljevic. El montenegrino es la principal referencia anotadora del equipo en la pintura pero en el segundo choque solo apareció cuando ya se había decantado del lado ruso.
Frente a todos estos problemas, el Valencia tiene la ventaja de jugar en casa este trascendental choque, algo que se ganó siendo el mejor equipo de la competición en la segunda fase del torneo y que ahora debe aprovechar.
Se espera que el pabellón de la Fonteta se llene para la cita y que los aficionados del conjunto valenciano tiren del equipo en esta complicada tesitura ante un rival que es otro de los grandes favoritos al título final.
Al que gane el choque le espera en semifinales el Hapoel Jerusalem, que cerró por la vía rápida su eliminatoria ante el Herbalife Gran Canaria al derrotarle en los dos primeros partidos de la serie.