No apto para cardíacos (87-86)
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No se sabe si el Unicaja es el doctor Jekyll o Mr. Hyde, pero ante el Andorra el conjunto malagueño fue ambos. Durante 30 minutos jugó a merced de un Andorra más hambriento, pero en el último cuarto, cuando las cosas se deciden, aparecieron McCallum y Salin para dejar más cerca la sexta plaza (87-86). Suárez, que pudo sentenciar el partido antes, se redimió de los tiros libres taponando a Jaime Fernández en el último segundo.
El Unicaja sabía de la vital importancia que tenía este partido, no sólo para amarrar una posible sexta plaza, sino de cara a sus aficionados y a sus propias sensaciones. Tras perder de manera escandalosa ante el Gran Canaria e hincar la rodilla ante el Zaragoza, se enfrenta a un Morabanc Andorra hambriento. El partido comenzó con una sonora ovación a los héroes de la plantilla del Mayoral Maristas que ascendieron con el equipo colegial a la Liga ACB, cumpliéndose 30 años de la efeméride del equipo del barrio de la victoria, un equipo aguerrido que consiguió ganar el último partido en Sevilla.
Sin embargo, lo que tenía ese equipo no lo parece tener en las últimas semanas el Unicaja. La defensa primó por su ausencia en los primeros minutos, con el Andorra anotando 16 puntos en menos de cinco minutos y Walker erigiéndose como héroe de los andorranos. 3 triples llevaron su marca en el primer cuarto para distanciar a los del Principado (13-19).
El Unicaja no conseguía frenar el ataque de los de Peñarroya, un equipo que ofrecía más ganas para conseguir esa sexta plaza que los malagueños. Brooks era el único cajista en ver aro con facilidad. Suyos fueron cuatro canastas consecutivas que conseguían acercar en el partido a los de Plaza (17-19).
Pese a la resistencia de Brooks, el Unicaja no terminaba de carburar. Dejaba demasiadas facilidades en defensa que aprovechaba con total solvencia el Morabanc Andorra que se iba hasta los 26 puntos al final del primer cuarto (21-26). Parecía que tras el paso por el banquillo todo cambiaría (26-26), pero el descanso merecido de Augustine hundió al Unicaja. Los malagueños notan demasiado cuando el norteamericano no está en pista, más aún con un Shermadini todavía renqueante de la lesión y fuera de ritmo de partido. Jaime Fernández aprovechó los huecos dejados en la zona para comenzar un parcial de 1-10 que marcaría toda la primera parte.
El Andorra se sentía superior y no iba a dejar que el Unicaja se acercase. A pesar de poner a sus mejores anotadores en pista, los malagueños no eran capaces de cambiar un ritmo de partido que favorecía a los andorranos, con ataques rápidos en un lado y defensa fuerte en el otro. Se llegó a poner a cuatro el Unicaja (40-44), pero volvió a caer en errores defensivos para dejar una ventaja cómoda a los de Peñarroya (40-48).
No iba a cambiar el sino del partido tras el paso por los vestuarios. Se volvía a ver a un Morabanc Andorra mucho más hambriento que el Unicaja. Se pasó del 40-48 del descanso al 41-61 con un Martín Carpena que manifestó una sonora pitada hacia su equipo. De nuevo tuvo que ser Brooks, el único hasta entonces, el que frenase la sangría.
Plaza optó por una zona para cortocircuitar el ataque andorrano. Lo hizo en parte, pero David Walker seguía anotando desde fuera con relativa facilidad. El Martín Carpena respondió en cuanto vio que su equipo apretaba un poco en defensa. Lo paró Peñarroya cuando más lo necesitaba su equipo, que respondió con un tremendo alley hoop para acallar a la grada malagueña. Lo intentaba el Unicaja con dos pequeños como interiores y con Dani Díez para cerrar el rebote, pero Iverson volvía a imponerse. El conjunto malagueño necesitaba reinventarse si quería salir del partido con vida (59-68).
Algo cambió en el Unicaja a raíz de la zona puesta. Los malagueños se refugiaron y empezaron a creer en la remontada. Primero de la mano de un McCallum que quiere callar a los más críticos siendo importante en la recta final de la temporada. Él lideró la reacción, técnica mediante, del conjunto malagueño (64-68).
Jelinek anotó un estratosférico triple de siete metros, pero el Unicaja ya había aterrizado en el partido. A McCallum lo siguió Salin, en su mejor partido con la elástica cajista. Gran partido del finlandés, que se echó el equipo a la espalda en el último cuarto. Puso por delante a los verdes por primera vez desde el primer cuarto con 6 puntos en 10 segundos y acabaría con 26 puntos, récord anotador.
Todo había cambiado en cuestión de minutos. Ahora era el Andorra el que estaba a merced de un Unicaja que quería romper el partido por la vía rápida. Lo tuvo cerca, con otro triple de Salin (83-75), pero el cuadro de Peñarroya revivió de la mano de Albicy que, ante la zona, anotó dos triples. Suárez pudo sentenciar, pero falló un tiro libre y Brooks le regaló tres tiros a Albicy (86-86). Hasta tres tiros libres más fallaría el Unicaja, dos de Suárez y uno de McCallum, pero fue el estadounidense el que acertó el último para dar la victoria a los cajistas.
Ficha técnica
87 Unicaja Baloncesto (21-19-19-28): McCallum (13), Nedovic (6), Milosavljevic (2), Brooks (19), Augustine (8) – quinteto inicial –Díaz (0), Salin (26), Díez (1), Shermadini (0), Waczynski (4), Suárez (8).
86 Morabanc Andorra (26-22-20-18): Albicy (15), Blazic (13), Walker (17), Stevic (6), Diagne (11) – quinteto inicial – Fernández (8), Iverson (8), Jankovic (0), Shurna (3), Jelinek (3), Sané (2).
Árbitros: Jiménez, Martínez Fernández, Sánchez Montserrat.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 5.871 espectadores.