Un Everest constante (19:30)
"No podemos ir a verlas venir", confiesa el capitán del Unicaja Baloncesto, Carlos Suárez. Y así es. Ir con actitud medrosa al WiZink Center, feudo del Real Madrid, con la cabeza baja es esperar el descabello. Desde las 19:30 horas (#Vamos) se juega un partido en teoría desagradable porque el conjunto blanco es una maquinita imparable. Pero también están los focos si se hace una buena actuación.
Acude el Unicaja tras dos victorias en la Liga Endesa, la última con una exhibición para el recuerdo de Jaime Fernández. Llegan piropos desde Pablo Laso, el arquitecto del dominador del baloncesto español en los últimos tiempos, pero puede ser un mecanismo de autodefensa. No hay mejor plantilla, pese a la marcha de Doncic, en el baloncesto español. Lo ha demostrado en los primeros encuentros, con el título en la Supercopa y la convincente victoria en Valencia.
Hubo un test de pretemporada en el Costa del Sol entre los dos equipos, pero no tiene validez porque el Unicaja estaba sin siete jugadores. Ahora todos están disponibles para Luis Casimiro. En el Madrid, en principio, no jugarán Thompkins y Yusta, lesionado, Taylor tiene un problema dental y Ayón está en México porque sus padres tuvieron un accidente de tráfico.
Basta un vistazo a los números para ver la dificultad de la empresa de esta tarde. Real Madrid y Unicaja se han enfrentado en 76 ocasiones y hasta el momento favorece a los madridistas, que se imponen por 54 a 22. Los resultados en la pista blanca también son muy favorables al conjunto blanco, que se impone por 34-5. De los últimos 10 enfrentamientos el Real Madrid se ha impuesto en 8 de ellos, perdiendo únicamente en dos partidos de Liga Regular disputados en el Martín Carpena.
Así que toca jugar muy buen baloncesto y ensuciar el del Madrid para tener opciones de victoria en cancha blanca. Una buena versión colectiva, defensa al límite y acierto. Tan sencillo, tan complicado.