La publicidad en el parqué, a debate

En las últimas horas en el mundo de baloncesto ha surgido un constructivo debate. Lo propició una acción de Alberto Díaz frente al Valencia Basket cuando cayó lesionado tras resbalarse con una lona de publicidad puesta en el suelo. El base del Unicaja estará tres meses de baja tras provocarse otra rotura en los isquiotibiales de la pierna derecha. El malagueño intentaba desbordar a Labeyrie y perdió el equilibrio al apoyar uno de sus pies sobre la superficie, con distinto agarre al parqué. ¿Qué medidas se deben tomar?

Minutos después del partido Luis Casimiro, como cabeza visible del principal afectado, lanzó un razonamiento. "Alberto recae de una lesión que traía por no poder agarrarse en la publicidad. No solo la de este campo, si ponemos publicidad debe tener una adherencia similar a la de la pista. No puede ser cuando un jugador quiera frenarse esté a punto de lesionarse. No es en esta cancha, hay que hacer una reflexión a todos los niveles para velar por la salud de nuestros jugadores", decía el entrenador verde. Unas palabras que refrendó San Emeterio, rival en el inicio del Top 16. "No se de quién es responsabilidad pero por favor alguien debería mirar lo de las pegatinas de publicidad de la zona. ¡Resbalan! Repito... ¡Resbalan y lesionan! Gracias", escribía el alero en Twitter.

Un debate que, tristemente, sale a la palestra por una lesión prolongada. Un escenario con muchas aristas, aunque con la necesidad de llegar a un punto intermedio porque está en juego la salud de los jugadores, los protagonistas en este caso. Es innegable la relevancia de la publicidad en el deporte, en ritmo creciente desde hace décadas. Un alto porcentaje de los presupuestos de los clubes procede de acuerdos con entidades de toda índole, que a cambio dan importantes sumas de dinero. Ahora bien, la reflexión no se centra en su eliminación, sí en que cada eslabón encuentre su posición en una convivencia necesaria en la élite.