El Unicaja, un trampolín para Lessort
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Quizá sea el jugador más carismático del Unicaja. No necesitó mucho tiempo Lessort para ganarse al Carpena. Sus espectaculares mates y su actitud en la pista se ganaron a la grada. Puede decirse que ya completó su adaptación a Málaga. "Es genial, vivo cerca de la playa y hace buen tiempo... Aunque tengo que decir que me dijeron que nunca llovía ni hacía frío aquí y sí ha llovido algunas semanas", decía el pívot en una entrevista con el departamento de comunicación del club.
La buena química del vestuario ayuda, siendo él una de las claves. "El equipo está muy bien, hay buen ambiente. Los compañeros son geniales, nos llevamos bien dentro y fuera de la cancha, y hay que seguir en esta buena dinámica. Veremos al final de la temporada, intentaremos conseguir algún título", explicaba el poste, que reconocía por qué machaca siempre que puede: "Asustas un poco a tu oponente, es como una pequeña ventaja anímica".
Lessort, de 23 años, se ve un amplio margen de mejora. "Puedo mejorar mi juego al poste bajo, también mi tiro fuera de la pintura y después ver si puedo tirar triples. Ahora tengo un rol en el equipo y trato de llevarlo a cabo, pero si puedo mejorar esas cosas me ayudarán mucho", comentaba el galo, que quiere tener más herramientas en su juego en una Liga Endesa que le agrada: "Cuando llegué a Serbia la primera diferencia fue el idioma, yo estaba acostumbrado a hablar francés y un poco inglés . Casi nadie hablaba inglés en Serbia, me tuve que acostumbrar a una nueva lengua. Las culturas también son muy diferentes entre Francia y Serbia, las diferencias en el baloncesto son también muy grandes. En la liga serbia te puedes encontrar con equipos muy buenos y otros con un nivel muy bajo. Es la principal diferencia con Francia en la que le último de la liga le puede ganar al primero, aquí en España es como en Francia".
Turiaf, un modelo a seguir
No olvida sus orígenes Lessort. "Soy de Martinica, una isla francesa, que está más cerca de Estados Unidos, que de Francia, cerca de la República Dominicana, pero hablamos francés, tenemos presidente y pasaporte francés. Me encanta mi isla, crecí allí y toda mi familia está allí", aseguraba el jugador, que lleva tatuada la isla en su brazo: "No hay una gran cultura de baloncesto en Martinica, empecé a jugar por mis hermanos pero no hay un gran nivel. Uno de ellos es profesional, el otro no, pero me ayudaron mucho".
El cinco, que tiene el anhelo de la NBA donde fue drafteado en 2017 por Philadelphia, tiene claro su ídolo. "El jugador que más me inspiró fue Turiaf, el único jugador de mi isla que logró jugar en la NBA, era la principal referencia que tenía en la isla, le seguía mucho", cerraba.