La Eurocup ya es pasado para el Unicaja. El equipo malagueño dio la cara hasta el final en el tercer y último partido de la serie de cuartos ante el Alba Berlín e incluso manejó una jugosa renta de 13 puntos en el minuto 28. Sin embargo, un parcial local fundado en un gran acierto exterior volteó el encuentro, que se decidió con una zona impuesta por Aíto que bloqueó por completo a un cansado Unicaja. De nada sirvió la buena puesta en escena cajista, con Lessort, Salin y Suárez como estiletes. El conjunto de Luis Casimiro, en una asimétrica eliminatoria, dice adiós a la segunda competición de la temporada y se queda sólo con la Liga Endesa en el horizonte.
Casimiro dio entrada en el quinteto inicial a Suárez y a Lessort como pareja interior, y ambos respondieron en los inicios del partido. El madrileño con un triple que abrió el marcador y el francés con siete puntos consecutivos para poner la máxima rival en el luminoso del imponente Mercedes Benz Arena en el minuto 5 (4-10). El Alba desactivó el despertador con un parcial de 7-0 y el partido se equilibró. Enfrente, el Unicaja entró bien al ritmo del equipo de Aíto y los puntos exteriores de Salin (tres triples) mantenían el pulso competitivo al final del primer cuarto (23-21).
El segundo cuarto fue bueno en constancia y en actitud defensiva (véase cómo se tiró al suelo por un balón Dani Díez) para los de Casimiro, que dejaron en sólo 13 puntos al rival para marcharse al descanso ganando por tres (36-39). Fue un parcial muy parejo, con rentas muy exiguas para cada contendiente y con un Lessort que seguía destacando en la faceta ofensiva con 11 puntos. La puesta en escena no era mala en Berlín, al contrario, aunque pudo ser mejor si no se hubiesen dado tantas opciones de tiro al equipo local, no muy fino en el lanzamiento lejano. La diferencia de seis rebotes a favor del Alba al descanso impidieron que la distancia fuese mayor.
El Unicaja subió su nivel de sobriedad en el tercer cuarto. Se apretó los machos en defensa, cerró el rebote y siguió ambicioso en ataque, con unos espectaculares Lessort, Salin y Suárez, por este orden cronológico. El primero fue un titán en ambos postes, el segundo anotó dos triples consecutivos en el mejor momento posible y el tercero asumió galones en el rebote y aportó tangibles de toda índole. Con esos ingredientes el guiso del Unicaja era un apetitoso +13 gracias a un parcial de 1-11 (51-64, min.28). Sin embargo, un severo arreón local de 11-0 con tres triples tensó la cuerda y el marcador al final del tercer parcial (62-64). El Unicaja no sentenció y el Alba seguía muy vivo, demasiado vivo.
En diez minutos se tenían que decidir lo 110 anteriores, toda la serie, toda la temporada europea. Boatright asumió la batuta en el Unicaja, y tres canastas interiores le daban brío a los verdes, pero el Alba ajustó la mirilla exterior y vivía a base de triples fáciles y de la zona 2-3 que impuso Aíto, que se le atragantó tanto al Unicaja que se vio por detrás en el minuto 37 con el cuarto triple del parcial, este de Sikma (74-73). El bloqueo y el bajón físico llegaron en el peor momento posible. El partido iba a ser estrecho hasta el final, de máxima emoción. Díez anotó, Hermannsson contrarrestó, Suárez falló un pase clave tras tiempo muerto y Giedraitis convirtió una canasta entre un bosque de brazos cajistas (78-75). El Unicaja perdía por tres y tenía 15 segundos de jugada. Pero Salin, hasta entonces muy inspirado (5/7 en triples), no acertó el octavo y el Unicaja murió atragantado en Berlín por la zona de Aíto. Pura injusticia poética.
Ficha técnica:
Alba Berlín 79 (23+13+26+17): Siva (15), Hermannsson (10), Giedraitis (14), Sikma (14), Nnoko (2) - cinco inicial - Saibou (10), Wagner (-), Schneider (5), Giffey (6), Thiemann (3), Clifford (-).
Unicaja 75 (21+18+25+11): Roberts (5), Salin (17), Milosavljevic (-), Suárez (9), Lessort (18) - cinco inicial - Boatright (8), Waczynski (-), Díez (6), Wiltjer (4), Shermadini (8), Okouo (-).
Árbitros: Belosevic, Peters y Radojkovic. Eliminados: Salin.
Incidencias: Tercer partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Eurocup disputado en el Mercedes Benz Arena de Berlín (Alemania) ante 7.039 espectadores.