Pitos del Carpena a los jugadores y a Casimiro

Hay un ambiente enrarecido en torno al Unicaja. Primero tuvo lugar la temprana eliminación de la Copa del Rey, después la de la Eurocup, que cerró la puerta de la Euroliga; y hace unos días el ridículo frente al Valencia Basket, que deja casi imposible el puesto de cabeza de serie en el play off de la Liga Endesa. El sonrojo en La Fonteta fue la gota que colmó el vaso. Fiel reflejo de ello los pitos, que contrastaban con algunos aplausos, de buena parte del Carpena que recibieron los jugadores y Luis Casimiro durante la presentación del partido frente al San Pablo Burgos. Un descontento generalizado que la grada quiso manifestar desde antes del comienzo del partido. Era algo inaudito hasta este momento en esta campaña.

"Hemos tocado fondo", decía el entrenador cajista, que era uno de los focos de la ira. Tras un inicio espectacular que desató las expectativas, ahora hay sensación de temporada acabada. El cuadro malagueño perdió ocho de los últimos 12 encuentros y por ahí se marchó el objetivo prioritario del curso. Más allá de eso, lo que la afición no tolera es la bajada de brazos colectiva que hubo frente a los taronjas, que permitió una de las derrotas más amplias de la historia del club de Los Guindos. Aún hay tiempo de hacer un papel digno en la ACB y la grada quiere que la plantilla exprima las posibilidades. Un plantel verde que también recibió un toque de atención desde la zona noble.