Buenas noticias en el Unicaja, que recupera la normalidad en la enfermería. Mientras Alberto Díaz se unió al grupo este viernes, el que lo hizo este sábado fue Josh Adams. El estadounidense salió de Podgorica con una fuerte contusión en la rodilla izquierda, que hizo saltar las alarmas. Descartaron gravedad los exámenes médicos que se le hicieron en su vuelta a Málaga, aunque no entrenó en la vuelta al trabajo por precaución. Estuvo a las órdenes de Luis Casimiro en la última sesión, que hizo de principio a fin, antes de visitar al Real Madrid, y la previsión es que juegue.
Habrá que ver las sensaciones del de Phoenix, un jugador que depende mucho en su juego del físico. Hasta ahora es uno de los integrantes de la plantilla que no se perdió ningún partido. Jugó los 13 de esta temporada, todos ellos desde inicio. Es el máximo anotador y asistente del equipo y el segundo en valoración (después de Gerun). Números que hablan bien de su importancia. Sí se espera la participación de Alberto Díaz, ya recuperado de una rotura muscular de grado 1 en el isquiotibial de la pierna derecha. Se perdió cinco partidos. Precisamente esta línea exterior era la que destacaba Pablo Laso en la previa.
Al no haber un tercer base al uso en la plantilla cajista, el comodín en caso de problemas con los unos es Jaime Fernández. El madrileño, que renquea de unos problemas en el talón que no remiten, es uno de los principales afectados de estas lesiones. Su rol cambia si están los dos o si falta uno. Con ambos sanos es más creador de ventajas, siendo más director en el segundo de los escenarios. "Que estén o no Alberto y Josh me afecta, porque dependiendo de eso cambia mi rol, tendría que jugar más tiempo de base, y no sabemos si van a estar. Espero que Alberto pueda estar, pero será su primer partido después de la lesión y no va a estar al cien por cien y Josh, vamos a ver cómo evoluciona", explicaba de este asunto el internacional español.