Un panorama complejo: nueve profesionales y una línea exterior diezmada
La Copa del Rey fue una trituradora para el Unicaja, que llenó la enfermería después de tres días de alta exigencia. Cinco jugadores salieron magullados, algunos con problemas serios como es el caso de Toupane. También preocupa mucho Jaime Fernández, con el que llueve sobre mojado. Ello hace que se viva una situación compleja antes de medirse al Real Madrid y, más importante, comenzar un tramo importante en la Eurocup. De hecho, hay una solicitud de aplazamiento en marcha, aunque con pocas probabilidad de prosperar. El principal motivo para salir al mercado, del que se pescó a Bouteille y Simonovic. Con ellos dos Casimiro tiene nueve profesionales disponibles.
Habrá que tirar de la cantera para completar la convocatoria. En esa coyuntura puede rascar algunos minutos Ismael Tamba, que lleva trabajando con el primer equipo a tiempo completo, compite con el EBA, desde inicio de curso. Ya debutó en Sevilla, con momento de gloria. La pintura es la línea menos afectada, con los tres pívots (Gerun, Guerrero y Elegar), sanos. En el cuatro están Simonovic, recién llegado pero con ritmo competitivo, y Deon Thompson, que ya superó la gastroenteritis con la que volvió de Camerún.
El perímetro es donde hay más dolores de cabeza. No se cuenta con ninguno de los dos bases, Alberto y Jaime. Volverá a desempeñar esas funciones Josh Adams, que estaba rindiendo mejor como finalizador que como creador. Una solución de calidad porque al final conoce la posición. Echará una mano en la dirección Brizuela. "Hace muchos años que no juego de base, pero al final la posición que desempeño, aún siendo escolta, es de tener el balón en la mano igual que ellos. Aunque no estemos acostumbrados a mandar, sí que tenemos la costumbre de tener el balón en la mano y producir así que no resultará complicado", decía el vasco, que será uno de los que asuma más responsabilidad. Waczynski y Bouteille, desde el primer día, tendrán también roles principales en este contexto.