El futuro económico del Unicaja, pendiente a una reunión entre la Fundación y el Banco
Nuevo terremoto en el Unicaja. Si este lunes presentaba su dimisión el presidente del club Eduardo García –salida que no puede ser la única en la estructura ejecutiva de la entidad–, este martes han temblando los cimientos de Los Guindos con una información de Sur en la que se anunciaba que la Fundación Bancaria Unicaja ha decidido reducir su cuantiosa aportación al equipo de 3,5 millones de euros a unos 600.000. Una decisión respaldada por los patronos de la Fundación y que asestaría, de consumarse, un golpe muy importante para la supervivencia económica del equipo malagueño por su estructura actual.
La noticia ha supuesto un revuelo social y político mayúsculo y la propia Fundación ha salido al paso por la tarde con un comunicado para aclarar que hay prevista una reunión con el Banco para proyectar las líneas generales de la próxima temporada. De ese encuentro saldrá el presupuesto para la campaña 21/22 y las bases para el futuro económico y el proyecto deportivo del Unicaja. Cabe contextualizar que la Fundación es la propietaria del club y el Banco el patrocinador principal. Una situación kafkiana de retirarse finalmente la mayoría de dicha aportación de casi cuatro millones de euros por la encrucijada en la que quedaría el Banco.
En ese sentido, la Fundación presidida por Braulio Medel señala en su escrito que sus aportaciones dependerán “de la fijación de un presupuesto elaborado, riguroso y operativo del Club, de la influencia en ingresos y gastos de la Covid-19 y de los dividendos a percibir por la Fundación”, puntualizando que “hasta septiembre del presente ejercicio no se sabrá la cuantía total de dividendos a repartir por el Banco o a retener por el mismo como mayor capital”. En la nota se anuncia, además, que la Fundación “seguirá sosteniendo el conjunto del deporte base y su aportación final al deporte profesional vendrá determinada en función de lo expuesto”.
De este modo, a la irregular situación deportiva y a los cambios estructurales que se deben definir en los próximos días o semanas –entre ellos definir a un nuevo presidente–, se une la incertidumbre abierta con el sustrato económico que ha tenido el club de forma continuada desde su origen. La entidad de Los Guindos sí seguirá contando con el apoyo de Unicaja Banco –así lo manifestó públicamente hace pocos meses su presidente Manuel Azuaga–, y tendrá que abrirse, de confirmarse la noticia, a nuevas vías de financiación en una coyuntura marcada por la crisis sanitaria. La búsqueda de patrocinios de otras empresas (un segundo espónsor), abonos, entradas, subvenciones institucionales o derechos de televisión son algunos ejemplos. Las próximas semanas se antojan claves para el futuro de una entidad que se tambalea.
Este es el comunicado íntegro de la Fundación Bancaria Unicaja tras el revuelo:
“En relación con diversas informaciones publicadas respecto al desarrollo del Baloncesto por parte de Unicaja deseamos manifestar:
El conjunto de actividades realizadas directamente por la Obra Social de la Fundación Bancaria Unicaja (FBU), y el consiguiente mantenimiento de sus aproximadamente 500 empleos directos en la provincia de Málaga, se financia principalmente con cargo a los dividendos percibidos por su participación del 50% de Unicaja Banco (UB).
A lo largo de toda su historia, siempre ha habido una dotación o dividendo desde la entidad financiera suficiente para la Obra Social desarrollada por la Fundación, incluso en algún año donde la entidad financiera registró pérdidas. A principios del año pasado las previsiones de dividendos anunciadas por Unicaja Banco permitían estimar que la Fundación recibiría aproximadamente 40 millones de euros para el ejercicio 2020 y en torno a 45-50 millones para el ejercicio 2021. En su lugar, en el ejercicio 2020, y por primera vez en su historia, la Fundación ha recibido 0 euros de dividendos al haberse retenido los 40 millones de euros previstos como mayor capital de Unicaja Banco. Ante esta situación, ya trasladada al Club de Baloncesto y al Banco en el pasado ejercicio, y no ahora, y con arreglo a esa situación, en la temporada 20-21 la Fundación ha sostenido todo el deporte base y ha contribuido bajo distintas formas (aportación con cargo a reservas de capital, cesiones gratuitas de instalaciones e inmuebles…), mientras que el Banco ha elevado su aportación a la Sociedad Anónima Deportiva.
Respecto a la temporada 21-22, y una vez cerradas las cuentas para el ejercicio 2020, estaba ya prevista una reunión en las próximas semanas entre el Banco y la Fundación para proyectar las líneas generales de la misma, incluidas las aportaciones respectivas (sin olvidar que de la aportación realizada por Unicaja Banco, el 50% es una aportación indirecta de la Fundación). Ello dependerá de la fijación de un presupuesto elaborado, riguroso y operativo del Club, de la influencia en ingresos y gastos de la Covid-19 y de los dividendos a percibir por la Fundación. Frente a los 45-50 millones de euros previstos o anunciados para este año 2021, hasta septiembre del presente ejercicio no se sabrá la cuantía total de dividendos a repartir por el Banco o a retener por el mismo como mayor capital. En todo caso, la Fundación seguirá sosteniendo el conjunto del deporte base y su aportación final al deporte profesional vendrá determinada en función de lo expuesto”.
