El doblete derrotó a Contador
Alberto Contador ha fracasado en su intento de lograr el doblete Giro-Tour en la presente temporada. En el Tour ha finalizado en un quinto puesto que no sirve al madrileño, quien solo compite para ganar. Es su estilo y su mentalidad.Carlos de Torres
Sin el botín esperado, Contador, de 32 años, ya piensa en la temporada que viene, que puede ser la última de su carrera profesional. Antes de colgar la bici, tratará de enfundarse en el Tour un maillot amarillo inalcanzable para él desde 2009.
Lejos de su imagen dominadora de antaño, Contador aguantó en primera fila del Tour 2015 hasta los Pirineos, pero todo fue llegar a su terreno, la alta montaña, y entrar en barrena. En la Pierre de Saint Martín un "huracán" llamado Froome le endosó 2.51 minutos. La primera, en la frente.
"El riesgo de hacer Giro y Tour tiene estas cosas, es algo nuevo y a veces no sabes cómo hacer. Tal vez tenía que haber descansado más y no hacer la Ruta del Sur", dijo en la salida del día siguiente en Pau.
Lejos de enderezarse, la trayectoria de Contador fue a la deriva. Sin fuerzas no hubo reacción y solo con corazón no fue suficiente para evitar lo inevitable. El madrileño entró además en desgracia, sufrió una caída en el Col D'Allos, entró en la senda negativa y finalmente en Alpe D'Huez tampoco estuvo en la pelea. Perdió 1.52 con el líder.
¿Qué le ha sucedido a Contador?. ¿Fue acertado apostar por el doblete?. ¿Se presentó en forma a la salida de Utrecht?. ¿Tenía equipo para el desafío?.
Contador se sinceró. El error: haber corrido el Giro.
"El Giro fue muy exigente y el Astana hizo que me dejara la piel todos los días. La última semana fue de infarto y el cuerpo no ha tenido tiempo para recuperar", admitió.
Para hacer el doblete, Contador admite que hay que hacer justo lo que ha hecho Froome en el Tour, pero multiplicado por dos, es decir, tener un Giro tranquilo, controlar la carrera con un buen equipo y aparecer solo en los momentos clave para abrir diferencias y sentenciar. Y luego repetir la operación en el Tour.
Respecto al equipo, el Tinkoff acudió al Tour con cinco hombres que compitieron en el Giro, y su principal valedor para la montaña, el polaco Rafal Majka, miró más por sus intereses que por ayudar a su jefe de filas en los momentos que más falta hacía.
De todo ello dice haber tomado nota para la próxima temporada. En 2016 no habrá experimentos de doblete y la planificación irá por otro camino. El objetivo seguirá siendo el Tour.
"Volveré con ambiciones diferentes. Quiero hacer carreras de principio de temporada al máximo nivel, con intensidad, y hacer el Tour y los Juegos Olímpicos, que tendrán un circuito que me puede venir bien", explicó.
Contador no termina de reconciliarse con el Tour de Francia, carrera que le ha dado dos de los 7 grandes títulos que adornan su palmarés y también algunos disgustos muy serios.
Desde su última victoria en 2009, cuando se impuso a pesar de los problemas dentro del equipo con Lance Armstrong, el Tour le ha resultado hostil al madrileño.
En 2010 Contador volvió a conquistar París y en el podio escuchó por error, el himno danés. Aquella edición le terminó explotando en las manos un mes después de su finalización, cuando la UCI le comunicó un positivo por clembuterol.
Siguieron los desencuentros en 2011, en el que obtuvo una quinta plaza que fue anulada por sanción. Tampoco corrió, por el mismo motivo, en 2012.
Su regreso en 2013 levantó todas las expectativas. El madrileño acudió a la cita dispuesto a tapar bocas y demostrar que su calidad era digna de un número uno. Se encontró con el año de Chris Froome y quedó incluso desalojado del podio. Fue cuarto.
Contador partió como favorito de nuevo en 2014, pero cinco etapas después, en la primera gran cita de montaña en Los Vosgos, una caída le mandó a casa. Luego, en la Vuelta a España, se puso el maillot rojo.
Y este año, el del doblete, Contador gana el Giro, luego la Ruta del Sur y toma la salida en Utrecht con la etiqueta de favorito junto a Froome, Nibali y Quintana. La carretera y los rivales le ponen quinto en la general. Para un agotado Contador, si hay quinto malo. "Lo que no sea ganar no me vale", dijo.