La popularidad tardía del maillot amarillo que sirvió para limpiar cristales
Le costó al maillot amarillo convertirse en el icono del Tour de Francia que es actualmente. Al principio, la prenda fue mal aceptada por el pelotón y tampoco bien acogida por el público, en unos años en los que el amarillo no era un color popular.
En los años 20, los corredores belgas, por ejemplo, le daban más importancia a las victorias de etapa que al liderato de la carrera y, en ese contexto, el maillot amarillo no era un objeto de culto.
El francés René Vietto, apodado "el rey René", se vistió en numerosas ocasiones con el maillot amarillo entre 1934 y 1947.
Cuando tras acabar su carrera le preguntaron qué hacía con ellos, el ciclista aseguró que durante años los tuvo guardados en un armario, donde el paso del tiempo acabó por ajarlos.
"Finalmente, limpiaba con ellos los cristales de casa", aseguró la leyenda.