Israel Borrell, el motociclista español que corre el Dakar casi como peruano
Fernando Gimeno,Lima, 30 nov (EFE).- España tendrá la delegación más numerosa de motociclistas en el Dakar 2019, y entre ellos figurará Israel Borrell (Albacete, 1974), casi desconocido en su país natal pero con todo un renombre forjado en Perú, donde pilota motos desde hace veintitrés años y es el flamante campeón nacional de supercross.,"Me inscribo como español porque me exigen el pasaporte. A mí me encanta correr como español, pero el 90 % del apoyo que recibo en patrocinadores y de la gente
Fernando Gimeno
Lima, 30 nov .- España tendrá la delegación más numerosa de motociclistas en el Dakar 2019, y entre ellos figurará Israel Borrell (Albacete, 1974), casi desconocido en su país natal pero con todo un renombre forjado en Perú, donde pilota motos desde hace veintitrés años y es el flamante campeón nacional de supercross.
"Me inscribo como español porque me exigen el pasaporte. A mí me encanta correr como español, pero el 90 % del apoyo que recibo en patrocinadores y de la gente que me sigue es de Perú", comentó Borrell en una entrevista a la Agencia Efe.
"Me gustaría poder inscribirme por los dos países, pero entiendo que no se puede. Ya estoy con mis trámites de nacionalización", agregó.
Desde que cambió La Mancha por el tropical norte peruano, Borrell nunca abandonó su afición por las dos ruedas, casi siempre en el motocross, su especialidad, pero luego también en el enduro y los rallys, a los que pasó para cumplir su sueño de correr el raid más duro del mundo desde que se celebra en Perú.
En 2019 lo correrá por tercera vez, después de haber completado la edición de 2013 y haber abandonado en 2018 por un problema mecánico en su moto, un incidente que considera que es la mejor prueba de que en el Dakar no se puede pecar de soberbio.
"Todo estaba perfecto. La moto era ideal. Yo estaba muy bien. Estaba seguro que terminaba el día entre los 40 primeros, pero se rompió la moto de la nada", recordó.
Por eso, para este nuevo Dakar lo único que pide es terminarlo como en 2013, cuando cruzó la meta en Santiago de Chile, "para completar la experiencia de nuevo y sumar una más para el libro".
"Me encantaría poder decir que pelearé el top 30, pero eso es mentira. Yo quiero ir a disfrutarlo porque soy un aficionado que le echa bastantes huevos, ya que es muy duro estar ahí y conseguir el presupuesto. Son muchísimos kilómetros. No vale la pena perder toda la carrera por un puesto", apostilló Borrell.
El albaceteño correrá esta vez con una KTM alquilada al equipo español Xraids que ya le brindó asistencia mecánicas en las anteriores aventuras, unido al apoyo de sus patrocinadores Motul, Socopur, MSG Performance y Mancora Hard Enduro.
Aunque no lo considera una ventaja, el Dakar 2019 se celebrará íntegramente en Perú, con muchos tramos de arena y dunas a los que Borrell ya conoce al dedillo.
"A la gente de fuera se le hace un poco más complicado. Es el desierto y es difícil. En una misma etapa, me pasaban hechos una bala en las zonas de rectas, pero en las cadenas de dunas los volvía a alcanzar. Este Dakar tendrá mucha arena y dunas, así que espero que me vaya bien", deseó.
Sobre ese terreno, Borrell guarda la anécdota de una etapa de 2013 en la que salió por delante de la española Laia Sanz, "una cosa rarísima, obviamente", dado que la motociclista catalana había tenido un problema el día anterior.
"Yo me había caído en un hueco en la arena y estaba levantando mi moto pero escuchaba a alguien que venía fortísimo. Era ella que pasó volando por encima del hueco donde yo me había caído. Donde a mí se me hacía un problema y me costaba subir y bajar, ella lo pasó volando", recordó.
Al albaceteño no le faltan dunas donde entrenar en el norte de Perú, a donde llegó con 21 años para acompañar a su padre en la crianza de langostinos, hasta que hace dos años cambió el negocio por un hotel que regenta en el municipio costero de Mancora (Piura).
"Era el momento en que te quieres comer el mundo y hacerte millonario. A eso me vine, pero obviamente ya desistí de hacerme millonario. Me quedo con mi trabajo en la playa, que me da mucha tranquilidad y me permite montar moto, que es lo que me gusta. Para mí, eso es calidad de vida", concluyó.
Una vez que deje de correr el Dakar, sus planes son desarrollar un taller y ampliar su negocio de rutas de enduro por el desierto del norte de Perú, ya que hay muchos viajeros en moto de Canadá y Estados Unidos que pasan por delante de la puerta de su casa mientras recorren la Carretera Panamericana.