El Seat Tarraco aterriza en nuestro país con la intención de ser uno de los grandes SUV del mercado. No lo tendrá nada fácil, entre otras cosas porque el segmento de los todoterrenos urbanos es de los más competidos.
Y, si bien son otros lo que rivalizan más directamente con el SUV español, el Ford Edge también está entre sus oponentes en el mercado. Es por ello que muchos de los que están buscando un SUV de gran tamaño a un precio decente se preguntan, “¿Cuál me compro?”.
La comparativa
En esta comparativa vamos a centrarnos en las cinco grandes diferencias que se pueden analizar entre el modelo español y el americano. La primera, la que más salta a la vista, la del diseño.
En el caso del Tarraco sus líneas son más marcadas, más puntiagudas y con un toque ciertamente más deportivo que el Edge. Aunque, como siempre advertimos, en el terreno del diseño las valoraciones son muy subjetivas.
No los son las medidas. Y ahí el Ford se lleva la palma. El Edge mide 4.83 metros de largo por lo 4.74 que declara el Tarraco. También es más ancho: el SUV americano mide 1.93 y el español 1.83.
Eso sí, poco mucho que sea más pequeño, el Tarraco cuenta con un punto a favor: puede configurarse para que quepan siete plazas dentro, cosa que el Edge no. Una diferencia que marca, y mucho, la comparativa.
Sin embargo, lo compensa con el motor. Y es que el propulsor de acceso a la gama del Ford es un 2.0 EcoBlue de 190 caballos de potencia mientras que el de acceso de Seat es, o bien un 1.5 TSI o bien un 2.0 TDI, ambos con 150 CV.
El ganador
Pero quizás lo que marca más diferencias es el precio. Y es que el Seat es bastante más barato: 32.650 euros por el modelo más barato por los 46.125 euros del Ford. Entre eso y el hecho de que el Tarraco sí tenga capacidad para siete plazas hace que nos decantemos por el modelo español.