Si algo ha caracterizado a Volvo a lo largo de su historia ha sido su eterna búsqueda de la seguridad en sus coches. La firma sueca ha hecho de ellos su piedra de toque desde que nació.
Y ahora ha vuelto a demostrar que va a seguir en esta dinámica en el futuro. ¡Cómo? Con una bomba que pone a Mercedes, BMW, Audi y el resto de marcas premium contra las cuerdas.
La bomba de Volvo
Y es que en Volvo han anunciado que tiene intención de adelantarse a las normativas que plantean desde la Comisión Europea en materia de límites de velocidad. Los suecos ya han hecho oficial que a partir del año que viene van a limitar sus modelos a una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora.
Este cambio empezará a llevarse a cabo a partir del próximo año de cara a los vehículos que vayan a salir al mercado en 2021. Una configuración que, además, no podrá desactivarse.
Pero ojo porque en Volvo van un paso más allá. Y es que, al margen de esta medida (muy aplaudida), tienen en mente también investigar un sistema en el que la geolocalización y el control de velocidad inteligente puedan interactuar. En concreto en zonas donde haya colegios y hospitales en el futuro.
Volvo y su Vision 2020
Una serie de medidas que tienen como intención que nadie muera o resulta herido de gravedad en un Volvo a partir de 2020. Desde dentro lo tienen muy claro: “Queremos iniciar un debate sobre si los fabricantes de automóviles tienen el derecho o quizás incluso la obligación de instalar tecnología en los vehículos que cambie el comportamiento de sus conductores, para abordar el exceso de velocidad, el consumo de alcohol o las distracciones”, asegura el presidente Hakan Samuelsson.
Y van más allá: “Las personas a menudo conducen demasiado rápido en una situación de tráfico dada y tienen una mala adaptación de la velocidad en relación con esa situación, sobrevalorando sus propias capacidades como conductor”. Veremos quién de los ‘grandes’ se suma a esta iniciativa.