Los problemas del Seat Tarraco (y son tres) que no te cuentan

Cuando Seat anunció hace ya un tiempo que tenía en mente lanzar a mercado un SUV de siete plazas a muchos se les hizo la boca agua. Viendo lo bien que estaban funcionando el Arona y el Ateca, todo hacia presagiar que el Tarraco iba a ser también un modelo muy a tener en cuenta.

Y así ha sido. El fabricante español ha diseñado y fabricado un SUV capaz, potente y con espacio y equipamiento para luchar contra sus hermanos el Skoda Kodiaq y el Volkswagen Tiguan Allspace.

Pero ojo porque también va a poner en apuros a sus principales rivales lejos del grupo VW. Y ahí el Peugeot 5008, Ford S-Max, Kia Sorento y Nissan X-Trail se muestran como sus contrincantes más feroces.

Un Tarraco que ya incorpora el nuevo lenguaje de diseño de Seat, que llega con una amplia gama de motores y que, tal y como cuentan desde dentro, no va a a dejar indiferente a nadie.

Los problemas del Tarraco

Sin embargo, también tiene tres aspectos en los que podría mejorar. Y mucho. El primero de ellos es su capacidad off road cuando se aleja del asfalto. Por mucho que sea un vehículo destinado a las familias, no deja de ser un todocamino. El problema es que lo es más fuera que por dentro.

El segundo ‘pero’ es su habitabilidad. No en las plazas delanteras ni en las traseras, que es más que suficiente, sino en la tercera fila, donde los que se sienten allí van a sufrir.

Por último, y quizás el más importante, es que su motor 1.5 TSI de gasolina se muestra muy brusco cuando está frío y en revoluciones bajas. Esos continuos tirones n ayudan a una conducción fluida. No es algo nuevo ya que ocurre también en las versiones del Golf, Arteon y Karoq que montan dicha mecánica, y sin duda es algo que no deja en buen lugar este Tarraco.