El nuevo Volkswagen T-Cross Sport tiene un problema en España (y muy gordo)

Hace apenas unos meses Volkswagen lanzó al mercado su nuevo T-Cross con una edición especial de lanzamiento. Ahora la gama ya aterriza al completo en nuestro país y el Sport es uno de los que la conforman.

Un SUV de tamaño compacto destinado a rivalizar en el mercado con modelos como el Jeep Renegade o el Hyundai Kona. Pero ojo porque los rivales bien podría ser el Seat Arona o el Kia Sportage, pero el problema (y gordo) que tiene este T-Cross Sport es su precio.

Los 23.230 euros de la versión Sport hacen que este SUV pueda compararse con otros de categoría superiores, pero tan solo por el precio, no por el equipamiento o por las prestaciones.

Un precio desorbitado

Y es que si le echamos un ojo al motor veremos que se trata del 1.0 TSI de 115 caballos con cambio manual. Un motor que monta también, idéntico, el Arona, un modelo más barato.

Si optamos además por la versión con cambio automático DSG el precio acaba aumentando hasta 24.440 euros. Por lo que respecta al equipamiento, elementos como sensores de aparcamiento delanteros y traseros, llantas de aleación de 17 pulgadas, luces LED, cámara de marcha atrás, control de crucero adaptativo, sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, instrumentación totalmente digital o el climatizador llegan de serie.

Un equipamiento destacable. El problema es que por este precio podemos optar por dos modelos ya de por sí superiores como el Seat Ateca (19.610 euros) o el Kia Sportage (17.500 euros).

Dos modelos más amplios, con mayor espacio y confort y con unas prestaciones cuanto menos similares. Eso sí, ninguno de ellos tiene el diseño tan característico, juvenil e innovador que tiene este T-Cross. ¿Se paga demasiado caro este diseño atrevido? Para muchos la respuesta está muy clara: sí.