Fue en 2004 cuando Volkswagen dio un paso adelante y se metió de lleno en el mercado de los SUV premium con el lanzamiento del Touareg, un todocamino urbano para luchar contra el BMW X5 o el Mercedes ML.
Un Touareg que estrena ahora su tercera generación con un nuevo diseño y una nueva gama de motores. Eso sí, la idea sigue siendo la misma: un SUV de altas prestaciones con el que intentar hacerse un hueco en un segmento cada vez más abarrotado y complicado.
El problema del Touareg
Una tercera generación en la que, a diferencia de otras marcas, Volkswagen sigue apostado por motores diésel. De hecho, el motor diésel que da acceso a la gama no es otro que un seis cilindros en V de 231 caballos de potencia que tiene otra versión más potente de 286 caballos.
En cuanto a la versión de gasolina, la potencia del V6 se ve aumentada hasta los 340. En cualquier caso, la tracción en todos ellos es, obviamente, a las cuatro ruedas así como una caja de cambios automática de ocho velocidades.
Un Touareg precioso por fuera y muy potente una vez arrancamos el motor. El problema, y no es precisamente menor, es que su consumo es de los más altos de la categoría. Si bien es cierto que en carretera su consumo queda fijado en 6 litros a los cien, en ciudad la cifra se dispara hasta los 9 litros.
Por otro lado, el precio es, para muchos, realmente desorbitado. Y es que el modelo de acceso a la gama, el más económico, parte desde los 64.730 euros. A partir de ahí va ascendiendo dependiendo del equipamiento y del motor hasta llegar a los 85.160 de la versión más cara.
Dos problemas que pueden provocar que el éxito de este nuevo Volkswagen Touareg no sea tan evidente como en un principio, por imagen y prestaciones, podría parecer.