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Los tiempos cambian y el sector del motor no es ajeno a ello. Las normativas medioambientales son cada vez más estrictas y las leyes que entrarán en vigor próximamente ponen en serios apuros a muchas marcas. Y Dacia es una de ellas.
De entrada, a partir del próximo 1 de enero de 2020, todos los coches matriculados deben respetar la normativa Euro 6d. Asimismo, un año más tarde, las emisiones de CO2 de las unidades vendidas deberán ser inferiores a los 95 g/km. Algo que pone contra las cuerdas a la marca rumana.
Problemas para Dacia
La filial de Renault se ha convertido en los últimos años en la gallina de los huevos de oro de la firma francesa. Dacia tiene en su catálogo dos modelos que se sitúan cada mes entre los más vendidos: el Sandero y el Duster.
Sin embargo, estos dos modelos y el resto de la gama superan esos 95 g/km. Concretamente, están en 121,6 g/km. O lo que es lo mismo: superan en un 28% los límites establecidos.
De ser así cuando entre la nueva normativa, la marca rumana podría ser víctima de multas millonarias, lo que tiraría por tierra todo lo conseguido por la firma en los últimos años. Y pondría en serios apuros las cuentas de Renault.
La bomba de Dacia
Por este motivo en Dacia no tienen otra opción que ponerse las pilas. Actualmente el catálogo de la empresa cuenta con modelos GLP (Gas licuado de petróleo), pero aun así no logran llegar al objetivo. Y es por eso que ya se está hablando del lanzamiento de algunas versiones eléctricas. Incluso se comenta cuál podría ser el primer modelo completamente electrificado de la firma.
En más de una ocasión se ha hablado en Dacia de la inmersión en el sector del los coches eléctricos y podría haber llegado la hora de dar el paso.
Este podría darse con el Renault City K-ZE que se comercializa en China, pues los costes se reducirían al simple hecho de homologarlo en Europa.
Por otro lado, se conoce que la tercera generación del Dacia Sandero, que será una realidad en 2020, está basada en la plataforma CMF-B que ya utiliza el Renault Clio, con lo que podría llegar una variante semihíbrida del Sandero.
De lo que no hay duda es de que si con los coches eléctricos lo hacen tan bien como con las versiones convencionales, ya pueden temblar en Seat, Ford, Peugeot y compañía.