El “Toyota RAV4 tiene un problema” (No te lo cuentan y deberías saberlo)

En los últimos años ha habido dos SUV que han brillado con luz propia en España y en Europa. Por un lado, en el terreno de los modelos con motores convencionales, el Nissan Qashqai. Por otro, en el segmento de los híbridos, el Toyota RAV4.

El modelo japonés es el SUV híbrido más vendido del mundo, todo un éxito por parte de Toyota, que supo ver quizás antes que nadie el prometedor futuro de este tipo de mecánicas unidas a la carrocería de moda.

El hecho de que este RAV4 tenga el honor de poseer el 85 por ciento del total de SUV híbridos vendidos en Europa da buena muestra de su éxito. Un éxito basado en una eficiencia excelente, un diseño atractivo y una política de precios ajustada a todos los bolsillos.

El “problema” del Toyota RAV4

La gama mecánica está compuesta por diversas versiones. El más motor básico es un 2.5 litros que ofrece 177 caballos de potencia que, dependiendo del sistema de tracción, ve aumentada su potencia.

Los que cuentan con tracción delantera añaden un propulsor eléctrico en el eje delantero de 120 caballos para ofrecer en conjunto ofrecen 218 CV. Por otro lado, Las variantes con tracción total suman además un motor eléctrico adicional en las ruedas traseras de 54 caballos, por lo que la suma total es de 222 CV. En cuanto a la transmisión, todos llegan con un cambio automático.

Cinco son los acabados a los que podemos optar si nos hacemos con uno RAV4: Bussines, Advance, Advance Plus, Feel! y Luxur, cada uno más completo que el anterior pero con una muy buena dotación de serie desde el más básico.

Sin embargo este RAV4 no es perfecto. El “Toyota RAV4 tiene un problema”, apuntan muchos en las redes. No les falta razón. De hecho son dos. Por un lado sus nulas capacidades offroad (sufre mucho fuera del asfalto), y por otro el excesivo ruido de la caja de cambios CVT en marchas cortas. Dos ‘peros’ que hacen que este SUV japonés no pueda ser considerado un modelo cien por cien perfecto. Eso sí, está muy cerca.