¡Ojo con el Seat Ibiza TGI! (No te lo cuentan: lee esto si lo vas a comprar)
Como bien os hemos ido explicando en El Desmarque en los últimos días, la apuesta de Seat por la movilidad sostenible es ya un hecho. Y el Seat Ibiza TGI es el mejor ejemplo de ello.
La marca española es muy consciente de que, si bien es cierto que el grueso de las ventas siguen siendo los motores de gasolina y los de diésel, los híbridos o los que funcionan con GNC van al alza.
En este caso nos encontramos ante un Ibiza que mezcla gasolina con GNC junto a una mecánica de 90 caballos. Una mecánica que tiene en el consumo su punto fuerte. De hecho, desde Seat se anuncia una consumo realmente bajo: en largas distancias, en carretera, puede llegar a ser de apenas 3.7 kg a los 100 kilómetros.
El problema del Ibiza TGI
Pero este Ibiza tiene un problema. Mejor dicho, si te los compras puedes acabar teniendo un problema. Y es que, por mucho que la autonomía del motor de GNC sea de 400 kilómetros (siendo optimistas), no parece que las carreteras españolas están aún preparadas para cubrir las necesidades de modelos así.
Es por eso que, a diferencia de los modelos con mecánicas clásicas, en esta ocasión deberás planificar muy bien antes de salir dónde y cuándo vas a poder parar a repostar GNC.
A día de hoy existen en las carreteras españolas71 punto de recarga fijos, una cifra que debería (si todo sigue según lo previsto) acabar siendo de 100 a finales de este año. Veremos.
De momento queda muy claro que, si bien no es precisamente culpa de Seat, este tipo de motores funcionan muy bien, consumen muy poco pero tienen un ‘pero’ importante en cuanto a la recarga. Eso sí, si planificas con tiempo tu viaje y tienes en cuenta dónde puedes repostar, no tendrás problema alguno.