¡El coche más barato no es un Dacia! Atención a la bomba: ¡2.000 euros nuevo!

La aparición de Dacia cambió el concepto del mercado del automóvil. La filial rumana de Renault marcó un antes y un después en el sector del automóvil con su filosofía low cost.

Dacia demostró que era posible fabricar un coche reduciendo costes para hacerlo llegar al público a un precio muy asequible. Lo hizo incluyendo lo justo en seguridad, unos motores suficientes y un equipamiento escueto pero correcto.

Una fórmula que ha otorgado un éxito brutal a la firma, que cada mes sitúa sus modelos entre los más vendidos. Además, los bajos costes invitan a los consumidores a acceder a versiones superiores, con más seguridad y prestaciones.

Así era el Tata Nano

Pero antes de Dacia una marca ya intentó llevar a cabo esta estrategia. Sin embargo, no salió como se esperaba. La marca en cuestión fue Tata, y el modelo con el que intentaron triunfar fue el Nano.

La marca lo presentó en el Salón del Automóvil de Nueva Delhi 2008, con el objetivo de revolucionar el mercado y llevar un coche a cada usuario. Y fue en 2009 cuando empezó su periplo comercial.

Su precio eran, atención 1.500 euros, más impuestos, y llevaba un motor de 33 CV de potencia y un acabado  muy básico.  Los objetivos pasaban por vender unos 20.0000 coches al año. Pero el invento fue un fracaso.

Fracaso total

Por un lado, su diseño dejaba mucho que desear. Pero lo más importante fue que sus medidas de seguridad eran más que lamentables. No alcanzó ni una sola estrella en los test de Global NCAP. Y en el vídeo siguiente se puede ver lo que ocurría si el conductor sufría un accidente a 60 km/h.

"El grado de debilidad estructural de este modelo es tal, que incluso incluir airbags no sería efectivo para reducir el riesgo de sufrir lesiones graves", dijeron desde NCAP.

Poco a poco las ventas fueron bajando. En 2017 hubo un mes en el que solo se fabricaron 275 unidades. Y en junio del verano pasado se creó el último Tata Nano. Fue el final de su ciclo de vida.