La nueva estrategia de Audi: cambia de nombre a sus modelos
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¿Es una buena idea cambiar de nombre todos los coches de una marca a la vez? En Audi hay alguien que cree que sí porque, si no, no se entiende lo que están haciendo: le arrebatan su nombre de siempre a modelos que son verdaderos iconos para otorgárselos a nuevos modelos eléctricos. ¿Tiene sentido hacerlo en un momento en el que el deseo confeso de la marca alemana es ofrecer en breve sólo coches eléctricos? A lo mejor resulta que ese deseo es más impostura que otra cosa.
Difícil orientarse
Hace seis años lo hicieron con las denominaciones comerciales de sus mecánicas y, aún hoy, muchos clientes no saben a quién encomendarse. Las antiguas insignias que hasta 2017 indicaban en la trasera de los Audi cuánto cubicaban sus motores desaparecieron y los dos números que hoy vemos son la potencia del motor en kilovatios y no en caballos acompañados de unas siglas que indican si el coche es de gasolina, diesel o PHEV. En suma, un galimatías que la marca trató de justificar diciendo que, en 2017 y ahora, la cilindrada ya no importa y la potencia sí que cuenta.
¿Qué hacen ahora?
De momento, al A4 Avant le van a llamar A5 Avant y al A6, A7. Lo hacen, explican, porque quieren dejar libres denominaciones para nuevos coches eléctricos que incluirán el sufijo e-tron. Los expertos consideran que el cambio no tiene sentido, porque Audi será completamente eléctrica en breve, aunque eso es mucho suponer, porque Alemania (e Italia) no ven con muy buenos ojos eso de eliminar los coches de combustión de aquí a nada.
¿Cambio momentáneo?
El cambio, señala Audi, es momentáneo, porque el A4 Avant y el A6 se van a llamar A5 y A7 sólo hasta que agoten su ciclo comercial y, después, al ser de combustión, no tendrán relevo. Con todo, la pregunta clave es otra que nada tiene que ver con nombres y siglas: ¿de verdad va a Audi a dejar de fabricar coches de combustión? Si la respuesta es no, quizá este juego de siglas y nombres sí que tenga sentido porque, a lo mejor, la marca quiere reservar los nombres más asentados para los eléctricos (que se considera dominarán el mercado) y dejar para los de combustión otros hoy secundarios.