Mazda tiene un SUV con etiqueta ECO y un arma infalible
Una de las grandes apuestas de Mazda actualmente en el mercado europeo es el CX-60, un modelo que puede presumir de ser el primer coche de la marca japonesa que cuenten su garra mecánica con una opción híbrida enchufable.
Sin embargo, cabe tener en cuenta que los planes del fabricante con este modelo pasan porque se convierta en uno de los más vendidos en tu segmento, de ahí que, al margen de esta versión, la marca también ha puesto a la venta una opción con un motor de combustión tradicional.
Eso sí, como suele ser habitual en Mazda, la marca ha ido un paso más allá y, en vez de apostar por un motor de combustión de gasolina, ha querido salir dándole una oportunidad al día sal, un tipo de combustible que muchos dan por muerto pero que, de momento, sigue más que vivo.
El CX-60 diésel con etiqueta ECO, un acierto por parte de Mazda
No es que sea precisamente ningún secreto que el diésel se caracteriza por ser un tipo de combustible que promete un consumo mucho menor que el de la gasolina y unas prestaciones que tampoco se queda muy por detrás, de ahí que Marta quería seguir apostando por él.
Entre otras cosas porque este nuevo está pensado especialmente para familias a las que les gusta los largos viajes en carretera autopista, donde este tipo de combustible brilla con luz propia. Además, cabe tener en cuenta que, para poder obtener la etiqueta ECO de la DGT, el fabricante lo ha dotado con un sistema de micro hibridación ligera, lo que convierte esta mecánica en una opción muy interesante teniendo en cuenta sus características.
Por precio que se queda justo por debajo de los 50.000 €, no es un modelo pensado para la mayoría de conductores en España, pero si para aquellos que buscan una opción que se sitúe un paso por encima de la media sin tener que pagar los costes extras habituales de marcas como BMW o Audi.