‘Gasoil rojo’: quién puede usarlo y multas por uso indebido
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El gasóleo bonificado es un combustible especial que recibe una bonificación por parte del Estado. También es conocido como "el gasoil rojo”, por sus tonos rojizos. Un combustible, atención, cuyo uso indebido del gasóleo bonificado acarrea graves consecuencias legales y económicas. Es esencial respetar las normativas establecidas y utilizar este combustible exclusivamente en los ámbitos autorizados, evitando así posibles multas y sanciones por parte de las autoridades competentes. Y es que su uso fuera del circuito autorizado supone un delito de estafa a la Hacienda Pública, conllevando severas consecuencias legales.
En el sector industrial, donde el consumo de combustible es elevado, se utiliza el gasóleo B bonificado. Existen unos cuantos usos habituales: quemadores, generadores, carretillas elevadoras y maquinaria pesada, motores de tractores y maquinaria agrícola, labores de horticultura, ganadería y silvicultura, o buques y embarcaciones no destinados al recreo. A nivel particular, el gasóleo bonificado puede ser utilizado en calderas de calefacción, siendo una opción óptima y mejorada en comparación con el gasóleo C.
La multa por usar indebidamente ‘gasoil rojo’ puede llegar hasta los 12.000 euros
Sin embargo, no se puede usar más allá de estos fines. Y hacerlo puede suponer serias multas. El uso incorrecto del gasóleo bonificado conlleva una multa que oscila entre 601 y 12.000 euros. Además, el vehículo puede ser precintado e inmovilizado durante un período de uno a doce meses. Para los reincidentes, las consecuencias son aún más graves. En caso de una segunda infracción cometida en un plazo de dos años o menos, la multa será el doble del importe habitual. Por lo tanto, aunque pueda resultar tentador utilizar el gasóleo bonificado en ámbitos no autorizados, es importante tener en cuenta que estas irregularidades son fácilmente detectables, ya que la Guardia Civil realiza una vigilancia activa y las multas impuestas son significativas.
Recientemente, se han dado a conocer casos de fraude en nuestro país relacionados con el uso indebido de este combustible. En este sentido, el gasóleo bonificado contiene trazadores de color rojo para su identificación, pero en algunos casos los transportistas añaden aditivos para hacerlo parecer del mismo color que el diésel tipo A, lo cual solo puede ser descubierto mediante la aplicación de reactivos en la muestra.