La normativa que quiere imponer Europa provocará un aumento en el precio de la gasolina

Bruselas está tramando una nueva normativa que podría afectar directamente a nuestros bolsillos. Se trata del Euro 7, una propuesta que tiene como objetivo incrementar el control de las emisiones de CO2 de los coches. Sin embargo, esta medida podría desencadenar costes indirectos, como un mayor consumo de combustible.

Según estudios realizados por Frontier Economics, esta norma podría aumentar más de un 3% la factura de gasolina o diésel a lo largo de la vida útil de un vehículo, lo que se traduce en un gasto adicional de 20.000 euros para camiones de larga distancia y 700 euros para turismos y furgonetas.

Se avecina subida de precios del combustible y en vehículos nuevos

Pero eso no es todo. La puesta en marcha de esta directriz europea también supondrá un alza en el precio de los coches. Según el estudio encargado por la patronal de los fabricantes de coches europeos ACEA, las marcas tendrán que realizar inversiones millonarias para adaptar sus modelos y cumplir con las exigencias de Bruselas. Esto afectará a las líneas de producción de las fábricas, lo que podría elevar el precio de los vehículos en más de 2.000 euros.

El informe de Frontier Economics también critica que los cálculos realizados desde Bruselas para evaluar el impacto real de la normativa Euro 7 no tienen en cuenta factores externos. Se ignoran los costes indirectos y solo se consideran los costes directos, como el precio de los vehículos y las inversiones en las fábricas.

Además, hay que tener en cuenta el costo total de poseer un vehículo. No solo se trata del precio de compra, sino también de las presiones financieras adicionales que sufrirán los consumidores y las empresas. En un momento de alta inflación y aumento de los precios de la energía, las subidas de los tipos de interés de los bancos centrales podrían agravar aún más la situación.

Incremento del 3,5% en la gasolina y de hasta 2.000 euros en un coche nuevo

“Además de los costes directos, como el precio de los vehículos o el costo de las inversiones en las fábricas, esta directriz desencadenará costes indirectos, como un mayor consumo de combustible para los coches. A lo largo de la vida útil de un vehículo, la norma de Bruselas podría aumentar los costes en gasolina en un 3,5%, lo que asciende a 20.000 euros adicionales para camiones de larga distancia y 650 euros para turismos”, señala dicho informe. “A estos costes indirectos, que se ignoran en la evaluación de impacto de la Comisión, hay que sumar los costes directos de su entrada en vigor. Por lo que habría que tener en cuenta el costo total de poseer un vehículo, y con él las presiones financieras adicionales sobre los consumidores y las empresas por las subidas de tipos de los bancos centrales en un momento de alta inflación y aumento de los precios de la energía en un entorno económico de elevada incertidumbre”, añade.

Las estimaciones de los costes por vehículo son alarmantes. Según el estudio, los turismos y furgonetas con motor de combustión interna podrían experimentar un aumento de aproximadamente 2.000 euros, mientras que los camiones y autobuses diésel podrían sufrir un incremento de cerca de 12.000 euros. Estas cifras son de 4 a 10 veces superiores a las estimaciones de la Comisión Europea.

Varios países, como Italia, Francia, República Checa y Rumanía, ya se han manifestado en contra de la implementación del Euro 7 debido a los efectos negativos que podría tener en la industria automotriz. Por el momento el Gobierno de Pedro Sánchez aún no ha adoptado una postura clara, a pesar de que España sería uno de los países más perjudicados por esta medida.