El problema que afecta a la bajada de precio de la gasolina y el diésel
Las subidas y de precios en el mercado del carburante siguen vigentes. Estamos viendo los precios más altos del combustible y la cosa no tiene freno a corto plazo. Y es complicado predecir cuánto fluctuará la semana que viene debido a la cantidad de factores que intervienen en la variación de los costes para el consumidor final.
Relaciones institucionales entre países, el clima, los niveles de extracción de crudo, la invasión de Rusia, la demanda… Todo ello ha formado una tormenta perfecta que ha elevado los precios por encima de lo esperado a principios de verano. Y para colmo, este año no tenemos la bonificación del Gobierno d ellos 20 céntimos por litro.
Desde julio, los precios han subido un 7.34% en el caso de la gasolina y 11% el diésel. Además, estamos en la séptima semana consecutiva de subidas. Y no hay dudas de que también habrá una octava, teniendo en cuenta que en los próximos días se producirá la operación retorno.
Lo que no cuentan de la futura bajada en los precios de la gasolina y el diésel
Algunos expertos aseguran que tras el periodo veraniego, los precios se estabilizarán. Y muchos se atreven a augurar que antes de final de año bajarán. Lo que no cuentan es que esta bajada tiene un problema para los que consumen combustible fósil a diario.
El problema es que puede que sí, que bajen, pero lo harán a un ritmo muy lento. Ni mucho menos habrá un descenso con la velocidad a la que han subido. Además, aunque haya una bajada en los precios de los carburantes, no parece que se vayan a recuperar las cifra de antes de la guerra de Rusia y Ucrania. Antes de que eso pase, no dudes en que volverán a subir.