Las marcas de coches chinas, en el punto de mira de la Unión Europea
La movilidad eléctrica se está apoderando del panorama automovilístico, y eso significa que las marcas occidentales están haciendo malabares (y grandes inversiones) para adaptarse. La situación se traduce en los altos precios que a menudo vemos en sus coches eléctricos.
En China, sin embargo, llevan mucho tiempo fabricando y vendiendo coches eléctricos. Tienen una larga experiencia a sus espaldas. Y hace tiempo que han logrado recuperar sus inversiones. Esto les permite jugar con la ventaja de ofrecer modelos eléctricos a precios imbatibles.
Una situación ante la que en Europa no piensan quedarse de brazos cruzados. Las firmas occidentales no quieren que las chinas les quiten la parte del pastel. Y ya están empezando a hacer ruido y a presionar para que se impongan aranceles a los coches chinos, todo con la esperanza de reducir la competencia.
Los fabricantes occidentales quieren frenar a los coches eléctricos baratos de las marcas chinas
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que están iniciando una investigación sobre los subsidios que afectan a los vehículos eléctricos procedentes de China. En otras palabras, están considerando establecer restricciones porque consideran que los coches chinos están "distorsionando nuestro mercado". Von der Leyen enfatizó que "Europa está abierta a la competencia, pero no puede ser una carrera hacia un pozo". La preocupación principal aquí es que los mercados globales están siendo inundados por coches eléctricos chinos más baratos, y esto se mantiene gracias a los enormes subsidios estatales que mantienen artificialmente bajos sus precios.
Los países europeos que más están presionando en esta cuestión son Alemania y Francia. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha expresado su desacuerdo con los automóviles eléctricos asiáticos, afirmando que están jugando en una liga diferente a menos que se les impongan nuevos impuestos por la importación de sus modelos. Algunos sospechan que estas marcas están intentando encarecer los coches chinos para mantener sus precios elevados en sus propios productos.
Eso sí, luego son las primeras que recurren a países, incluyendo China, para fabricar sus coches, dado que les sale más barato. Además, no podemos pasar por alto que marcas de renombre como Mercedes o BMW disfrutan de una presencia sólida en China, un territorio donde obtienen márgenes de ganancia más jugosos en sus balances. Y todo ello teniendo en cuenta que las mejores baterías para coches eléctricos suelen provenir de China.