Fulminados: Volvo se carga todos estos modelos de su catálogo
Estamos en la era de la electrificación, y las marcas lo aprientan el acelerador en la transición hacia la movilidad eléctrica. Si echamos un vistazo a los concesionarios y a las webs de las marcas top en España y Europa, vemos que la gran mayoría está apostando fuerte por modelos electrificados. Cada vez hay más propuestas.
Cada marca tiene su propia estrategia. Algunas, por ejemplo, han decidido adelantar la fecha límite para lanzar modelos de combustión interna. Otras han ido abandonando los modelos diésel o gasolina convencionales. Y ahora es Volvo la que mueve ficha. A partir de 2024, Volvo no venderá ningún modelo con motor diésel en su catálogo.
Volvo renuncia al diésel
El director ejecutivo de Volvo Cars, Jim Rowan, lo ha dejado claro: están enfocados en “en crear una amplia cartera de vehículos premium totalmente eléctricos que cumplan con todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo y sean una parte clave de nuestra respuesta al cambio climático".
De hecho, en Volvo pretenden convertirse en un fabricante 100% eléctrico para el año 2030. Y una década después, en 2040, ser una marca completamente neutral en emisiones.
Detrás de esta decisión hay también un componente económico. Diseñar y fabricar modelos con diferentes tipos de motores, ya sean eléctricos o de combustión, es mucho más costoso que crear uno con una sola opción de motor. Ninguna marca da puntada sin hilo.
Es importante tener en cuenta que la movilidad eléctrica sigue siendo un terreno donde las marcas premium tienen ventaja sobre las generalistas. Sus clientes tienen un perfil que encaja mejor con la electrificación, sobre todo a nivel monetario. Y por eso marcas como Volvo pueden tomar decisiones tan drásticas como esta.