Subir con el coche al bordillo de la acera puede provocar 3 averías
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La zona del coche que más sufre cuando nos subimos a un bordillo demasiado alto
Es de sobra conocido que los coches de hoy en día son productos mucho mejor que los coches que podíamos comprar en nuestro país hace ya muchos años. La tecnología ha provocado que, tanto el mantenimiento como la fabricación de un coche sean mucho mejores respecto a los de otras épocas, aunque eso no significa que no haya ciertas acciones que realizamos los conductores que acaban provocando evidentemente el desgaste algunas partes del coche.
Un buen ejemplo de ello es cuando un conductor se sube a un bordillo para aparcar el coche, algo que normalmente no suele ser habitual pero que se realiza en algunos casos por el motivo que sea.
Por mucho que la carrocería tenga la distancia libre al suelo más que suficiente para poder sortear bordillos de una altura considerable, el problema no llega en cuanto a que la carrocería roce con el bordillo, sino a tres elementos que pueden resultar dañados en esta acción.
Los tres elementos que sufren al subir un coche a un bordillo
Y esos tres elementos no son otros que las propias ruedas, las llantas y la rótula, tres elementos que, en el caso de tener que sustituirlos, no es que sean baratos, con una media de unos 70 euros en el caso de una rueda, de más de 100 euros por una llanta así cómo de casi 100 euros por una rótula.
Además, cabe tener en cuenta que, si a la hora de subir el bordillo en cuestión la maniobra sido muy brusca, puede ser que incluso la suspensión se desajuste fuera de lo aconsejado, por lo que ajustarla de nuevo puede tener un coste de unos 50 €.
Es por eso que, más allá de intentar evitar siempre subir este tipo de bordillos, sobre todos los que tienen más de 5 cm, lo más recomendable es hacerlo a velocidades bajas y por las zonas más bajas, de tal manera que estos tres elementos sufren mucho menos y, por lo tanto, las posibles averías son también menores.