La avería en el embrague del coche que provocamos sin darnos cuenta
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Las transmisiones manual siguen siendo mayoritarias en España
Por mucho que en los últimos tiempos cada vez sea más los modelos que se venden con transmisiones automáticas, entre otras cosas porque tanto los motores híbridos como los híbridos enchufables cuentan con este tipo de transmisión, siguen siendo muchos los coches que circulan en nuestro país que funcionan con una transmisión manual.
En este sentido, si bien es cierto que cada vez los fabricantes están apostando más por incluir incluso de serie las transmisiones automáticas, los cambios manuales siguen siendo para muchos una manera de llevar a cabo una conducción más eficiente, entre otras cosas porque es el propio conductor el que regula las revoluciones del motor en todo momento.
El problema en el caso de los modelos que cuentan con transmisión manual es que el embrague es una de las piezas más sensibles en cuanto a las averías, sobre todo teniendo en cuenta que hay una acción que realizan muchos conductores de forma casi inconsciente y que acaba penalizando a esta parte del motor.
Pisar en exceso el embrague puede acabar en un disgusto
Y es que no es un pocos los conductores que, especialmente cuando están esperando en un semáforo, optan por dejar la marcha puesta y pisar el embrague hasta el fondo. En teoría, teniendo el pie pisando a fondo el embrague no debería entrar en funcionamiento este mecanismo, pero en realidad sí que lo hace, lo que va provocando un pequeño rozamiento de las partes internas.
Con esta acción casi inconsciente provocamos el desgaste de piezas fundamentales en el embrague que luego son muy caros a la hora de sustituirlas, por lo que lo mejor que podemos hacer es, siempre que estemos en un semáforo, poner punto muerto, y, sobre todo, levantar el pie izquierdo del embrague para evitar la misma situación y de paso dejar descansar un poco la pierna izquierda, que nunca viene mal.