Este es el motivo por el cual es importante tener en buen estado las válvulas de los neumáticos

Antes de lanzarte a la carretera, hay que asegurarse de que tu coche esté en óptimas condiciones. Y dentro de la checklist, los neumáticos son básicos. Son en elemento que mantienen el contacto entre tu vehículo y el suelo. Pero ojo, no solo basta con revisar las gomas y la presión: las válvulas también tienen su papel protagonista.

Las válvulas constan de un cuerpo de goma o metal, un tubo metálico roscado por dentro y una tuerca que funciona como cortafuegos para la suciedad. Una válvula en mal estado puede provocar pérdidas de presión. Y su función consiste en mantener la presión de los neumáticos constante. No solo facilitan el inflado, sino también el desinflado sin causar estragos en su estructura. Tampoco debemos olvidar el tapón de plástico, el elemento de protección que mantiene alejadas a la suciedad y al agua.

Es recomendable revisar las válvulas tan a menudo como los neumáticos

En caso de perder presión, los neumáticos sufren un desgaste prematuro que afecta a frenos y suspensiones. ¿El resultado? Una distancia de frenado que se alarga, especialmente en superficies resbaladizas, aumentando las probabilidades de perder el control del coche y tener un encuentro poco amistoso con el asfalto.

¿Qué pasa si una válvula está dañada? Se pueden generar pérdidas de estanqueidad, poniendo en riesgo la seguridad de tu vehículo. Y no es exageración, una válvula ligeramente tocada puede hacer que pierdas entre 0,2 y 0,7 bares de presión a la semana. La recomendación de los expertos es mantener un ojo en las válvulas de los neumáticos. Y no es necesario cambiarlas cada vez que cambias los neumáticos. Aunque para cuando te toque hacerlo, debes saber que puede costarte entre 60 y 100 euros las cuatro ruedas.