La estrategia de BMW que pone contra las cuerdas a los coches de segunda mano

BMW siempre se ha caracterizado por ser una marca innovadora en muchos sentidos, algo que no ha hecho otra cosa que provocar que sea una de las marcas mejor valoradas a nivel mundial.

Eso sí, cabe tener en cuenta que algunas de sus innovaciones han dado mucho de qué hablar en los últimos tiempos, entre otras cosas porque no son innovaciones en lo que se refiere a motor o ajustes deportivos de sus coches, sino en lo que se refiere a un sistema de pago por suscripción que parece que va a ser el futuro de la industria.

El problema con el sistema de pago por suscripción de BMW

La idea de la marca pasa por ofrecer varios elementos del equipamiento en sus coches a través de un sistema de pago por suscripción. Un ejemplo de ello son los asientos climatizados o los faros adaptativos. El coche en cuestión cuenta con ellos de serie por lo que el propietario ya los ha pagado en este sentido, pero la marca reclama un pago extra para poder utilizarlos a través de un servicio de conectividad.

Es cierto que hay clientes que ven con buenos ojos esta medida, entre otras cosas porque se puede hacer un uso puntual o temporal de algunos equipamientos, pero lo cierto es que es una manera cuanto menos polémica de que las marcas ingresen un extra mes a mes de la mano de equipamientos por los que los conductores ya han pagado.

El problema en ese caso es que, más allá de este pago extra, en el mercado de segunda mano va a ser más que complicado en un futuro poder asegurar si un modelo cuenta o no con un equipamiento incluido o es un extra, algo que no va a ayudar a las ventas en el mercado de coches usados.

Eso sí, teniendo en cuenta que en Volkswagen ya han apuntado que esta estrategia también está en sus planes, parece evidente que el futuro pasa por seguir los pasos de otras industrias en este sentido.