Este BMW tiene un futuro muy negro por delante

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Las pobres ventas a novel global lo confirman como el mayor fracaso de BMW
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Iba a estar a la venta hasta 2028, pero todo apunta a que no completará el ciclo
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No todos los modelos de BMW pueden convertirse en éxitos de ventas, y el BMW XM es la prueba de ello. Lo que se pensó como un SUV de lujo y alto rendimiento ha terminado siendo un problema para la marca, con cifras de ventas decepcionantes y un futuro más que incierto.
Desde su lanzamiento, el XM ha generado opiniones divididas. Su diseño imponente y su propuesta como híbrido enchufable de altas prestaciones no han sido suficientes para convencer a los entusiastas de la marca. BMW apostó fuerte por este modelo, combinando la potencia de un V8 biturbo con un sistema eléctrico para alcanzar cifras impresionantes, pero la realidad es que pocos clientes están dispuestos a pagar por él.

Hasta el BMW Z4 vendió más unidades que el XM
Los números hablan por sí solos: mientras que modelos icónicos como el BMW Serie 3 han superado el medio millón de unidades vendidas, el XM apenas ha logrado colocar 7.813 ejemplares en todo el mundo. Lo más sorprendente es que hasta el BMW Z4, un roadster menos potente y menos práctico, ha conseguido atraer a más compradores, alcanzando casi 11.000 unidades vendidas en el mismo período.
Ante esta situación, la marca bávara se enfrenta a un dilema. Originalmente, se esperaba que el XM siguiera en producción hasta 2028, pero los planes podrían cambiar. Mantener en el catálogo un SUV de este calibre, con una demanda tan baja, supone un gasto innecesario de recursos y producción, algo difícil de justificar en un mercado cada vez más competitivo.

El XM se convierte en el mayor fracaso de las últimas décadas
BMW ha intentado justificar el fracaso del XM atribuyéndolo a su enfoque exclusivo y a su alto precio, pero la realidad es que la fórmula no ha funcionado. Ni siquiera la introducción de diferentes versiones ha servido para impulsar las ventas, lo que deja en evidencia que, más allá del rendimiento, el diseño y la propuesta del modelo no han conectado con el público.

Si la marca no toma medidas pronto, el BMW XM podría convertirse en uno de los mayores fracasos de la división M en los últimos años. Todo apunta a que su producción no se extenderá mucho más y que BMW centrará sus esfuerzos en otros modelos con mayor aceptación en el mercado.
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