Taichí: un arte marcial con grandes beneficios a nivel mental, físico y energético
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Es un arte marcial que destaca por los beneficios que tiene para las personas mayores
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Las personas con fibromialgia sobrellevan mejor sus síntomas
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La eficacia del pilates como método para reducir las caídas de las personas mayores
El taichí es un arte marcial procedente de China que a día de hoy practican varios millones de personas en todo el mundo. También se le conoce como "meditación de movimineto", teniendo en cuenta que gran parte de sus fieles seguidores lo utilizan como un método de relajación y de meditación.
Este "se basa en una serie de posturas que se enlazan unas con otras a través de movimientos fluidos, largos y lentos que se llevan a cabo al compás de la respiración", definen desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
La concentración mental y la relajación son básicos para poder ejecutar estos movimientos de forma adecuada, los cuales pueden realizarse de pie, sentado e incluso caminando. Es una actividad que destaca por sus beneficios en distintos ámbitos de la salud, tanto a nivel físico como mental y energético, especialmente en las personas mayores.
Pautas básicas para practicar taichí
Aunque el taichí debe guiarlo un experto en la materia, las cinco condiciones básicas que recomienda la SEGG para sacar el mejor partido a dicha práctica son: el lugar, el calzado, la ropa, la digestión y la ducha.
La ubicación ideal para hacer taichí es al aire libre y sobre un suelo de tierra o hierba, evitando en la manera de lo posible el asfalto u otro suelo "fabricado". No debe practicarse mientras se hace la digestión por lo que lo más recomendable es hacerlo antes de comer.
En cuanto a la vestimenta, el calzado debe ser aislante y no sintético y la ropa ligera, amplia y que no apriete la zona de la cadera, ya que es una de las partes del cuerpo que dirige el movimiento. Tras su práctica deben pasar al menos 30 minutos antes de ducharse.
Además, las recomendaciones básicas son:
- Mantener erguida la cabeza, pero de forma relajada
- Espalda recta
- Cintura suelta
- Hombros y codos relajados
- Movimientos fluidos
- Buscar una armonía entre el interior y el exterior
Mejora el equilibrio y la estabilidad
Se dice que el taichí presenta grandes beneficios especialmente para los adultos mayores porque mejora el equilibrio y la estabilidad, capacidades que con el tiempo se van deteriorando, aumentando así el riesgo de sufrir una caída. De hecho, los datos del Instituto Estadounidense de la Salud estiman que "1 de cada 4 adultos mayores sufre una caída, y 1 de cada 5 de estas caídas provoca una lesión grave, como fracturas o una lesión en la cabeza".
De esta forma, y como consecuencia de practicar taichí, se reduce el riesgo de caídas así como el miedo a caerse, que suelen tener tanto las personas con edades avanzadas como sus familiares.
Algunos estudios también sugieren que este arte marcial "podría mejorar el equilibrio y prevenir las caídas en personas con enfermedad de Parkinson leve a moderada".
Un buen aliado para los pacientes con fibromialgia
Al igual que mejora el equilibrio y la estabilidad, también impacta en la postura, la confianza, la manera de pensar y las emociones. Un conjunto de progresos a nivel mental y físico que se ven reflejados en la calidad de vida.
Otras investigaciones también han demostrado que el taichí ayuda a las personas con fibromialgia -enfermedad que causa dolor y fatiga crónica- a dormir mejor y sobrellevar mejor sus síntomas como el dolor, la fatiga y la depresión.
Beneficioso para la personas con insuficiencia cardiaca o cáncer
Teniendo en cuenta que son muchos los científicos centrados en los beneficios del taichí, un ensayo identificó que la práctica de taichí de forma regular ayuda a mejorar la calidad del sueño y facilita el aprendizaje y la memoria en personas con insuficiencia cardiaca crónica o con cáncer.
Por otro lado, un estudio demostró que esta práctica tiene un impacto significativo en la reducción de la presión arterial en aquellas personas con prehipertensión -condición que conduce a la presión arterial alta crónica- en comparación con el ejercicio aeróbico.