Katy Perry, en la playa y sin complejos ante las críticas

Katy Perry no logra quitarse las cámaras de detrás ni aunque lo intente. Algo que es un sueño para muchos, pero una pesadilla para otros. Porque la fama es un arma de doble filo, que trae cosas muy positivas, pero también negativas. Dinero, prestigio, reputación, amor, admiración, apoyo… todo parecen ser factores buenos desde la ignorancia.

Sin embargo, también trae muchas desgracias, como han afirmado muchas ‘celebrities’. Odio, envidia, acoso, persecuciones, inseguridad, estrés, miedo y otras muchas más cosas. Y la cantante americana es una de las personas que más alto ha hablado con tal de frenar toda la expectación que suscita. Porque también le gustaría estar tranquila algún día, sabiendo que no hay nadie que la grabe.

Algo tan normal y corriente como ir a la playa, para ella es muy complicado. Porque desde todos los ángulos hay cámaras grabándola, y esperando a que le pase algo. Y la última vez que la captaron, no se puede decir que salga precisamente favorecida.

Así se aprecia a simple vista en la imagen, en la que se ven estrías, celulitis y demás imperfecciones. Katy ha renunciado a cuidarse como lo hacía antes, y ahora se dedica a disfrutar de la vida sin pensárselo. Le guste más o les guste menos a sus fans, es como ella parece más feliz. Y hay que aplaudir esta naturalidad y desechar tantas críticas exigentes por el físico.

La ausencia de Photoshop, clave

Obviamente, muchos también aseguraron que el Photoshop se nota cuando no está. Y dicen que Perry lleva abusando de él bastante tiempo…

"Esta es la verdad de muchas famosas, tristemente", "Se me ha caído un mito, y yo pensaba que era natural" o "Y a saber la de otras artistas que todavía no se han visto así" se leía en comentarios. Pero en cualquier caso Katy no tiene complejos y se muestra tal y cómo es. Una naturalidad que hay que aplaudir ante tanta crítica estética vacía.