¿Hay fútbol en el Polo Sur?
El fútbol es internacional, llega a todo el mundo y no tiene fronteras, o quizás sí, las climatológicas.
Es difícil la práctica del fútbol en diferentes situaciones y en diferentes localizaciones geográficas. Por ejemplo, ¿es posible jugar al fútbol en el Polo Sur, en la Antártida? Pues en realidad, sí y no. Sí que es posible porque de hecho ha habido partidos de fútbol de diversa índole, pero evidentemente no hay competición alguna organizada en el Polo Sur. Principalmente por el frío, claro, pero aunque las temperaturas lo permitieran sería complicado por el reparto territorial del polo sur.
Pero es curioso indagar en la vida del balompié por aquellas latitudes. Atendiendo a algunos artículos del periodista Kike Lahoz, comprobamos que las primeras expediciones llegadas a la Antártida, allá por 1915, se entretenían jugando al "fútbol y al hockey", según recogió el inglés-irlandés Ernest Henry Shackleton, al frente de la expedición Endurance, que tuvo que ser rescatada, por cierto.
De este entretenimiento de exploradores como los de la citada expedición surgió lo más parecido a los partidos de fútbol a lo largo del siglo XX en la Antártida.
Diversas expediciones, sobre todo de argentinos y británicos, intentaban pasar el tiempo, cuando las temperaturas lo permitían, jugando al fútbol. Incluso ha habido una especie de 'Olimpiadas antárticas' en las que los miembros de las bases científicas competían entre sí con 'fútbol de salón'.
Pero lo más parecido a un equipo de fútbol en la Antártida, ya que selección antártica, pese a algunos apuntes, no existe, puede que sea el Rothera FC. Un equipo nacido en la base británica de la Antártida British Antartic Survey. Lo cierto es que su actividad futbolística ha cesado en los últimos años, pero hace tres adquirieron incluso cierta regularidad disputando partidos sobre la nieve con otras bases no muy lejanas de distintos países. Eso sí, solo durante el verano. En su diario, Mark Saunders, que firmaba sus notas como Aka Rohera FC Goalkeeper, no tiene problema en admitir que "los partidos eran horribles, pero no parecía importarle a nadie, con el entorno de las montañas y la puesta de sol".
Queda claro, pues, que más allá de las fronteras y las inclemencias climatológicas, en una región donde la temperatura media anual es de -17º y donde no se superan los 0º, el fútbol está y estará allí donde esté el hombre.