Oliver, condenado a pagar 4.500 euros por llamar "nazi" a la jueza Alaya
El ex presidente del Xerez Club Deportivo Luis Oliver ha sido condenado a pagar una multa de 4.500 euros por llamar "nazi" y "loca" a la jueza Mercedes Alaya, que investiga los ERE falsos y un presunto delito societario en el Betis, al que también perteneció.
El juzgado penal 15 de Sevilla, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, explica que los hechos ocurrieron el 26 de octubre de 2010 durante un acto con aficionados en una peña bética de Utrera (Sevilla), y asegura que Luis Oliver era consciente de que le estaban grabando las cámaras de Onda Giralda porque hizo una prueba con los micrófonos. Oliver dijo entonces que desde que compró las acciones del Betis en el año 2010 tenía "50 guardias civiles" investigándole y "ni los nazis hacían lo que hace esta loca", en referencia a la juez que investiga los ERE y la gestión del Betis.
Dice la sentencia que "no puede haber una descalificación mayor para un juez que el señalar que está perjudicando a una persona en el procedimiento judicial que dilucida, que le está persiguiendo sin motivo o razón y que además está loca y por ende carece de capacidad para decidir".
Se trata de injurias graves porque se está poniendo en tela de juicio "su cordura o capacidad personal y profesional", y todo ello teniendo en cuenta la jurisprudencia constitucional que incide en la especial gravedad de las ofensas al honor relacionadas con la actividad profesional y laboral.
Oliver está siendo investigado dentro de las diligencias contra Manuel Ruiz de Lopera por la gestión del Betis dado que en julio de 2010 compró el paquete de acciones mayoritario.
La Fiscalía, única parte acusadora, pidió inicialmente 72.000 euros de multa, que en el juicio situó en 9.000 euros, y ahora la juez deja la condena en seis meses de multa con cuota de 25 euros, lo que equivale a 4.500 euros, y la divulgación de la sentencia en Onda Giralda, en el mismo horario y programación, a costa del acusado.
Oliver dijo, en su defensa, que "en el mundo del fútbol son habituales las expresiones groseras" y que no tuvo intención de ofender a la juez que le investigaba porque "el tono empleado fue jocoso y caricaturesco y la crítica ácida pero no injuriosa", según recoge la sentencia.