El Xerez y los inciertos límites de su futuro
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Corchado: "El Xerez es el club de 'la semana que viene' pero el tiempo se acaba"
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Mateos: "La próxima semana será la definitiva"
En el Xerez, lo más urgente a día de hoy es resolver el problema de Hacienda. Es la única forma de que el club ingrese el dinero que la Agencia Tributaria le bloquea y pueda así afrontar los pagos para terminar una campaña catastrófica también en lo deportivo.
Todos esperan noticias de Rafael Mateos, cuya figura, pese a que está trabajando para intentar arreglar esta situación, va perdiendo empaque según avanzan los días. Entre otras cosas, porque camina acompañado de la sombra de Joaquín Morales, que una vez más ha demostrado el grave perjuicio que su persona (que no presencia física) supone para la entidad. El de Dos Hermanas, máximo accionista, está en África y se desentiende por completo del problema del Xerez; es más, incluso parece ajeno a los diversos líos judiciales que tiene pendientes y, tarde o temprano, requerirán su comparecencia.
No conserva demasiada credibilidad Mateos, que lleva posponiendo semanas la firma del acuerdo con Hacienda y meses la compra de las acciones del empresario nazareno. No obstante, si el club sigue adelante lo hará con él en la presidencia, pese a que se acumulan las voces discordantes con su gestión. Desde el Ayuntamiento —que, dicho sea de paso, y aunque a otro nivel, tampoco se salva de la quema— no queda representante por criticarle e instar a que abandone si no encuentra soluciones inminentes. Y es que el Consistorio respalda las líneas de pensamiento de la Fundación, interesada en que el Xerez se libere cuanto antes de las manos que han gestado este caos económico e institucional.
Pero tan inciertos son los límites del futuro azulino que, aunque consiga subsistir por el momento y ocupar una plaza en Segunda B, las dudas no cesarán ya que todos coinciden al proponer la misma cuestión: ¿quién va a poner el dinero necesario para hacer frente tanto a los gastos ordinarios como a la deuda recogida en el concurso? Paradójicamente, el descenso supone un paréntesis a la hora de afrontar los pagos a los acreedores, pero eso es tan sólo un espejismo coyuntural.
Se especula con la aparición de empresarios jerezanos que pudieran respaldar económicamente la gestión de Mateos, pero esto es algo que el propio presidente entiende improbable. Y al mencionar el nombre de Energy, que promete por activa y por pasiva estar en condiciones de realizar una ampliación de capital con la que los males del Xerez desaparecerían, el recelo ni mucho menos desaparece. El grupo sevillano, en cualquier caso, no tiene capacidad de acción en estos momentos.
Será en los juzgados donde se resuelva, por otra parte, el conflicto por los derechos políticos. Si la Audiencia de Cádiz le da la razón cautelarmente a los de Ricardo García, éstos intentarían entrar en el club. Pero junio está a punto de concluir, apenas tendrían tiempo de actuar y el proceso para ello no sería cómodo. Precisamente, Mateos parece estar esperando esta resolución antes de solventar el problema de Hacienda, para asegurarse de que será él quien pise el terreno que allane.
Decía Juan Carlos Corchado, presidente de la Federación de Peñas, en esta web que el Xerez es un enfermo al que, por ahora, le basta con ganar un año más de vida. Pero el xerecismo, ciertamente, querrá librarse también de una forma de gobierno que roza lo perverso. El club necesita dinero urgente para sobrevivir pero quienes estén dispuestos a regentarlo deben olvidarse de los beneficios individuales y mirar, única y exclusivamente, por el bien de una entidad que como empresa está al borde del abismo y, emocionalmente hablando, en quiebra sentimental.