El quórum de un consejo con minúsculas
El consejo de administración del Xerez se reunirá el próximo miércoles para tratar decisivamente la posible disolución de la entidad. Pero, más que nunca, hablamos de un consejo de administración con minúsculas, ya que son sólo cuatro los miembros que figuran como integrantes del mismo.
Además de Rafael Mateos, presidente, y Joaquín Morales, máximo accionista, quedarían en el consejo Francisco Javier López Ballesteros, como vicepresidente primero, y Carlos Mateos Angulo, vicesecretario. Pedro Soto es secretario del consejo, pero no consejero. El Xerez se encuentra con esta situación debido a las numerosas dimisiones, en bloque e individuales, que se han producido en los últimos tiempos. Es decir, la decisión está en manos de un consejo que incumple sus propias normas (al menos, en lo que al número de sus integrantes se refiere) y que apenas merece ser denominado como tal.
Para que haya acuerdo tiene que producirse quórum, no sólo de votos sino de miembros presentes en el consejo. No obstante, esto no parece ser ningún problema dado que en última instancia se recurriría al método de cooptación, por el cual podría nombrarse, si es que fuese necesario, algún otro consejero para salvar la situación.
Salvo que Morales sorprenda antes del miércoles o que la decisión de la Audiencia Provincial respecto a los derechos políticos pueda suponer una interferencia y un giro en los acontecimientos, el camino a la disolución parece directo. Al margen del siempre impredecible Morales, poca oposición interna puede encontrarse Mateos en este sentido.